La princesa enojada
Aunque era una mujer envidiada por su increíble belleza, Danna Newman (Shawna Loyer) cayó en una espiral de autodestrucción. Su búsqueda de la perfección la llevó a convertirse en ayudante de un cirujano plástico, quien le pagaba con operaciones. Una noche intentó realizarse una operación a sí misma y se deformó la cara. Incapaz de vivir así, se mutiló con un cuchillo de carnicero.