Es posible que nunca te hayas dado cuenta de la cicatriz que tiene Sean Bean en el ojo, pero él recuerda muy bien el momento en que se la hizo. Afortunadamente, aunque el actor de Juego de tronos es muy dado a morir en pantalla, en la vida real es un hueso duro de roer.
En Juego de patriotas, Harrison Ford y Sean Bean tenían que luchar a bordo de una lancha motora. Al parecer, Ford estaba completamente metido en el papel y golpeó a su compañero en el ojo con un anzuelo. Bean necesitó un buen número de puntos de sutura, lo que resultó en una marca permanente.
Esa no es la única cicatriz que tiene el actor. Años después de rodar esa película, el actor estaba tomando algo en Londres con la modelo April Summers. Unos chicos hicieron comentarios despectivos hacia ella y, cuando Bean se interpuso, fue apuñalado en el brazo con un trozo de cristal. Según los rumores, lejos de ir al hospital, decidió tomarse otra copa.