Ronda Rousey es conocida por aparecer en Fast & Furious 7 y Los mercenarios 3, pero en realidad es una luchadora profesional de artes marciales mixtas. El pasado sábado 14 de noviembre, Rousey llegaba invicta al combate contra Holly Holm, con una racha de 12 victorias y 21 segundos de promedio por pelea, pero no salió como esperaba.
Su contrincante la dejó completamente K.O. después de pegarle una patada en la cara. Tras recibir el golpe, Rousey, que ha sido calificada como la púgil profesional más temida, fue hospitalizada en el hospital de Melbourne y necesitará cirugía plástica para corregir las lesiones. Sin embargo, su salud no corre peligro, tal y como ha asegurado la luchadora en Twitter: "Sólo quiero agradecer a todo el mundo su amor y apoyo. Aprecio la preocupación por mi salud, pero estoy bien. Como he mencionado antes, voy a tomarme un poco de tiempo, pero volveré".
Según informa News.com.au, el doctor Rick Weinstein ha declarado que Rousey tiene suerte de haber acabado únicamente con un labio roto y ha añadido que los golpes en la cabeza se suelen comparar con un "accidente de coche o un martillo en la cabeza".