Este viernes 2 de junio llega a los cines La promesa, el nuevo drama romántico dirigido por el cineasta Terry George (Hotel Rwanda) y que, además, cuenta con las interpretaciones de Christian Bale (Enzo Ferrari), Oscar Isaac (X-Men: Apocalypse) y Shohreh Aghdashloo (House of Saddam), entre otros. La actriz iraní visitó Madrid a finales de 2015, y SensaCine tuvo la suerte de entrevistarla.
La promesa está ambientada en los últimos días del Imperio Otomano, antes de ser disuelto por los Aliados en 1922, y cuenta la historia de un triángulo amoroso entre un estudiante de medicina (Oscar Isaac), un periodista amante de las zonas de combate (Christian Bale) y una atractiva y sofisticada mujer (Charlotte Le Bon). Aghdashloo, a su vez, da vida a la madre del estudiante, y ha tenido la oportunidad de compartir escenario con un gran elenco de actores, e incluso de rodar en España. En el encuentro, nos recibe una mujer amable, con una voz grave y carismática que cautiva. Sencilla y sonriente.
Se encuentra en España debido a que será uno de los escenarios que aparecerá en la película. ¿Qué es lo que más le está gustando de nuestro país?
Me encanta España. Llevo aquí dos meses y he tenido la oportunidad de ver museos, catedrales, parques y esos restaurantes en los que hay gente sentada todo el día, de todas las edades y charlando sin parar. Eso es algo que me gusta mucho. Están siempre felices y desprenden ganas de vivir. Además, es genial poder recorrer Madrid andando que, al fin y al cabo, es como verdaderamente se conoce una ciudad. También hemos rodado en sitios como Albarracín, La Granja o La Cabrera. Gracias a España por brindarme tan bonitos lugares y, sobre todo, gracias por ese gran cartel de "Welcome Refugees" que vi colgado en el Ayuntamiento nada más llegar. Lo primero que hice fue echarle una foto y subirla orgullosa a mis redes sociales.
¿Qué destaca de su personaje y cómo se ha preparado para interpretarlo?
La historia me fascina: un amor en un trasfondo de guerra. Da igual si el papel es más grande o más pequeño. Si me gusta la historia, siempre decido hacer la película. En La promesa, donde interpreto a la madre de Oscar Isaac, al inicio parece ser una persona frágil y sometida. Pero evoluciona y se convierte en una mujer que brilla y demuestra lo fuerte que es cuando llegan los tiempos difíciles. Para prepararme el personaje, he leído e investigado mucho sobre el tema y, en cierto modo, estoy familiarizada con él. Soy inmigrante y he podido experimentarlo en primera persona. Tuve que salir de Irán y, aunque en mi caso hice el camino en coche desde Teherán a Londres, puedo imaginar lo que está pasando la gente Siria saliendo andando de su país.
Isaac, Christian Bale, Charlotte Le Bon, Terry George... ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
Terry George me encanta. Es muy activo y no tiene problemas a la hora de remangarse e involucrarse con nosotros para explicarnos cada escena, aunque ello suponga subirse a una montaña, como sucedió en el último rodaje. Es uno de los directores más apasionados con los que he trabajado nunca. De Christian Bale, decir que es un caballero. No le conocía, pero me ha sorprendido. Es muy majo y muy concentrado en su trabajo. A veces le puedes observar sentado en una esquina, pensando sobre su personaje. De Charlotte Le Bon, opino que es una actriz increíble, llena de frescura y siempre abierta a probar nuevas posibilidades. En general, hay mucho compañerismo entre nosotros.
Ellos también habrán aprendido de usted... En 2004 estuvo nominada al Oscar en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por Casa de arena y niebla. ¿Se esperaba semejante éxito?
El éxito no me lo esperaba en absoluto. Empecé como actriz en teatros a los 19 años y sólo pensaba en trabajar y en cuándo era la siguiente obra. Nunca se me pasó por la cabeza ni la fortuna ni el éxito y, de hecho, ahora doy talleres, siempre gratuitos y para gente sin recursos. Lo primero que les digo es que si están aquí por fama o dinero, no es el lugar correcto. Me alegró muchísimo estar nominada al Oscar, pero me considero una mujer humilde y trabajadora. No necesito ser la mejor.
¿Cuál ha sido el papel más difícil que ha interpretado?
Uno de los papeles más difíciles fue el de Zahra en La verdad de Soraya M, puesto que era una historia real. A veces teníamos que grabar escenas muy largas, de cuatro o cinco días, y por la noche tenía incluso pesadillas. Fue difícil de interpretar, tanto física como mentalmente. También fue complicado mi papel en la serie 24, donde daba vida a la madre de una familia de terroristas. Algunas personas de Irán no entendían por qué había aceptado ese rol y tuve que explicar constantemente que, en realidad, era una forma de concienciar al mundo.
La conocen como la "Mery Streep de Irán". En medio de un debate por la igualdad de salarios, ¿alguna vez se ha sentido infravalorada por ser mujer en el panorama de Hollywood?
Para ser sincera, no sé si el problema del tema está en que seamos mujeres o en el hecho de que algunos hombres llevan más gente al cine. He visto las declaraciones de Meryl Streep, a la que adoro, pero me cuesta opinar al respecto porque no lo sé seguro. Los que hablan son los datos. Tendría que ponerme a investigar más a fondo y ver si es cuestión de quién hace más taquilla o si influye el género.
Por mera curiosidad... ¿Tiene algún ritual o manía antes de salir a escena?
Soy muy supersticiosa. Cuando actúo en teatros, siempre beso el suelo antes de salir al escenario. En una película, me basta con cerrar los ojos y concentrarme, ya que también soy muy espiritual.
¿Qué consejo le daría a aquellos futuros actores que desean dedicarse al cine?
Que se concentren en su trabajo; que no paren de leer, escribir, escuchar la radio y observar; que no se encierren en sí mismos, y que estén abiertos a todo. En definitiva, que estén presentes.