Isabel Coixet regresa a la gran pantalla con Nadie quiere la noche, una historia un poco alejada de su estilo habitual. En ella, Josephine Peary (Juliette Binoche) debe luchar por sobrevivir en la dura noche del polo norte, algo que realmente vivió el equipo. La directora recuerda la situación de frío extremo: "Todos teníamos la cara cubierta de una capa de hielo. Estábamos a 23 grados bajo cero, llorabas y se te helaba la lágrima, las pestañas y todo. En ese momento recuerdo pensar 'pero bueno, ¿esto por qué?'. Hay un momento en el que [...] sólo piensas en baños calientes".
Además de los problemas con la temperatura, en esta entrevista, la cineasta española nos cuenta quién hay detrás de esos personajes de ficción, su experiencia con Juliette Binoche como protagonista y otros secretos de rodaje. También repasa los proyectos que siempre ha querido llevar a cabo pero que no podrá realizar hasta que encuentre el modo de financiarlos.
Nadie quiere la noche cuenta la historia de Josephine Peary, una mujer rica y culta que viaja hasta el Ártico para reunirse con su marido, el explorador Robert Peary. Al ver que no regresa al poblado cuando estaba previsto, Josephine emprende un viaje para reunirse con la persona a la que ama. Lo que no espera es que esa búsqueda se transforme en una de las peores experiencias de su vida.