Siguiendo su pasión por los efectos especiales a la vieja usanza y el uso de decorados lo más reales posible, Christopher Nolan utilizó técnicas antiguas en Interstellar. No sólo con los paisajes del filme, también construyó realmente a TARS y lo animó al estilo de Chewbacca o R2D2. Es decir, el robot con Inteligencia Artificial se movía porque había un hombre escondido detrás que daba los pasos. Eso sí, después utilizó CGI para completar su aspecto.
El encargado de moverlo y ponerle voz era Bill Irwin, un actor que también actúa como payaso. Esta faceta de Irwin ayudó a dotar a TARS de una personalidad especial y hacer que el espectador le viese como algo más que un robot.
Sin embargo, no todo fue fácil, el actor tuvo que aprender a caminar con la pesada maquinaria que componía la TARS y recordar sus diálogos al mismo tiempo. Irwin terminó encariñándose de la máquina y, en una entrevista con CineFix, declaró que lo que le gustaba de su personaje era que tenía que intentar hacer feliz a Anne Hathaway.
25 imágenes detrás de las cámaras de las películas de ciencia ficción