Día triste para el cine y el teatro. El actor británico Alan Rickman, ganador del Globo de Oro y del Emmy por la película Rasputín (1995) para HBO y del BAFTA por Robin Hood, príncipe de los ladrones -además de otros incontables premios-, ha muerto en Londres a los 69 años como consecuencia de un cáncer, informa el diario The Guardian. Su fallecimiento ha sido confirmado hoy, jueves, por su familia.
Rickman alcanzó la fama mundial por dar vida al misterioso y sombrío profesor de Pociones en la saga cinematográfica basada en la heptalogía de J.K. Rowling pero, como ocurre con la sombra de un árbol, su poderío dramático era mucho más alargado, debido a títulos como Jungla de cristal, Sentido y sensibilidad, Robin Hood, príncipe de los ladrones, Love Actually o Sweeney Todd.
Con Emma Thompson ha trabajado en numerosas ocasiones: en Sentido y sensibilidad, donde él se metió en la piel del coronel Brandon; en Love Actually, donde hacían de marido y mujer, y en el drama de BBC The Song of Lunch (2010), esta vez como antiguos amantes. En 1997, Rickman dirigió a Thompson y a su madre, Phyllida Law, en su debut detrás de las cámaras, el drama escocés El invitado de invierno. El año pasado estrenó su segundo largo, el filme de época A Little Chaos (2014), junto a Kate Winslet.
Sus películas más recientes como actor incluyen Un plan perfecto, con guion de los hermanos Coen; El mayordomo, donde encarnó a Ronald Reagan, y A Little Chaos, como el rey Luis XIV. Que nunca ganara un Oscar no pareció importarle. "Son los papeles los que ganan premios, no los actores", dijo. Sin embargo, sí que creía en el poder transformador del arte. "Los actores son agentes del cambio. Una película, una obra de teatro, una pieza musical o un libro pueden marcar la diferencia", recuerda The Guardian. De él todavía queda por ver el 'thriller' Eye in the Sky -que tuvo muy buenas críticas en el Festival de Toronto- y Alicia a través del espejo, donde lo escucharás de nuevo como el ciempiés.
