Al hablar de Snatch: Cerdos y diamantes, quizás lo primero que se te venga a la mente sea la particular forma de hablar del personaje de Brad Pitt. El actor daba vida a un gitano preocupado por su madre que arrastraba las palabras hasta el punto de ser ininteligible, un aspecto que le daba personalidad pero que fue creado casi por casualidad.
Después de ver Lock & Stock, Brad Pitt admiró el trabajo de Guy Ritchie y quiso trabajar con él. El actor le pidió un papel al director y éste le ofreció interpretar a un boxeador con acento londinense. En aquel momento, Pitt acababa de grabar El club de la lucha y no quería repetir papel pero aceptó para poder trabajar con él.
Sin embargo, el actor de Seven no conseguía imitar la forma de hablar de Londres, por lo que Ritchie cambió al personaje y diseñó a Mickey exclusivamente para Pitt. Así nació el icónico boxeador irlandés, aunque ese particular acento surgió por otro tema completamente diferente. Ritchie propuso utilizar este aspecto del personaje como respuesta a los críticos.
Con su ópera prima, el cineasta británico había recibido un gran número de críticas a causa del acento de los protagonistas, por lo que decidió contraatacar creando un personaje que fuese imposible de entender, no sólo por los espectadores, también por los propios personajes de la película.