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La película protagonizada por Eddie Redmayne mostró una historia desconocida para muchos: la vida personal de Stephen Hawking y su matrimonio con Jane. Al final de la película, ambos encuentran el amor en otras personas y se divorcian amigablemente. Lo que la cinta no cuenta es que Hawking se negó a hablar a Jane durante un tiempo y sus hijos sufrieron este deterioro en la relación. De hecho, en 2004, su hija comenzó a beber en exceso.
Tampoco fue una situación fácil para el físico. Después de Jane, se casó con su enfermera Elaine Mason en 1995 y, poco después, comenzó a presentar extrañas lesiones para alguien que apenas puede moverse, como una muñeca y un brazo rotos o un labio partido. También sufrió insolación y severas quemaduras después de que Mason le dejase al sol un día caluroso. En cierto momento, Hawking dejó un mensaje para que lo pudiesen leer las enfermeras: "No me pueden dejar a solas con ella. Por favor, no se marchen". A pesar de esto, el físico nunca declaró haber sufrido abusos y, después de su segundo divorcio, mantuvo una buena relación con sus hijos y con Jane.
