Casi cuatro años después del final de El barco, Blanca Suárez y Mario Casas vuelven a coincidir como protagonistas en el nuevo thriller de Álex de la Iglesia, El bar. Esta película de suspense narra la historia de un grupo de personas retenido en un bar bajo la amenaza de un francotirador, con la advertencia de que si salen del establecimiento serán asesinados. La tensión entre los protagonistas irá incrementando, lo que hará que los secretos más ocultos sean revelados. En Sensacine hemos tenido la oportunidad de hablar con los protagonistas durante el rodaje de la cinta.
Bueno, ¿Podéis contarnos lo que se esconde en este bar?
Blanca: Pues a priori es un bar de barrio como el Palentino, como cualquiera que hayamos visitado 500 millones de veces, y al que la gente va a tomar el café del medio día, de la mañana o de sobremesa. Un bar en el que hay un grupo de personas que están allí desayunando. Por coincidencias de la vida hay un señor que es disparado en la calle y este grupo de personas se quedan encerradas en el bar, ya que no saben lo que está pasando fuera.
¿Qué nos podéis adelantar de vuestros personajes? Tú, Mario, ¿interpretas a un "hipster" poco avispado?
Mario: No. Bueno. Puede serlo. Al final los "hipsters" no son gente con un patrón lógico y normal. Habrá hipsters con todo tipo de personalidades. Pero este tipo está tomando un café en El Palentino. La primera vez que entra. Me imagino que será "cool" para un "hipster" o para un tío moderno estar tomando un café o una coca cola en ese bar en vez de en un Starbucks. La máscara del personaje es esta barba, el pelo, las gafas, pero me parece que son modas. Pero lo que realmente hay debajo [de la apariencia] es un cobarde. Publicista, hace campañas para todos los demás y cuando estalla el problema y matan a este tipo en la puerta del bar, él se va a cerrar, va a estar detrás, va a estar mirando a todos los personajes, no se atreve a opinar, a dar un punto de vista, es el objeto de las mofas en muchos momentos porque es un cobarde en todos los sentidos.
Blanca: Mi personaje es Elena. Es una chica de buena familia que pasa por casualidad. Se le va a apagar el móvil, necesita un cargador por que no lleva uno encima y entra por casualidad en ese bar. Para ver si alguien le deja un cargador. Y no saldrá.
Volvéis a trabajar con Álex de la Iglesia después de Mi gran noche ¿Cómo es trabajar con él?
Blanca: Yo creo que una de las cosas más positivas que tiene Alex es que no nos pone techos. Nos pasó en Mi gran noche, que cada personaje voló hasta donde nos daba la imaginación. Y en esta película, con otros personajes y otra historia estamos volando también en cada frase y en cada momento. Es una historia que a todos se nos parecía a una obra de teatro. Cerca de diez personas en un mismo espacio y ver cómo reaccionan esas personas a lo que está ocurriendo fuera.
Mario: Alex te deja y apuesta por que te la juegues, a veces me imagino que será para bien y a veces para mal. Pero es un tio muy inteligente y sabe perfectamente lo que quiere de cada uno de nosotros.
Blanca: Se agradece que alguien vea más allá. Creo que es super importante que la gente vea más allá.
Porque el público no suele hacerlo y hay que demostrárselo. Sientes que es un voto de confianza. Alex te ayuda mucho a hacerlo. Hay una serie de personas en las que confías y sabes al 99,9% que, prácticamente, todo lo que hagan va a ser bueno. Porque la base es buena.
Dani Rovira te dedicó unas palabras muy bonitas a ti, Mario, en los Goya. ¿Qué tienes que decir al respecto?
Mario: Yo no los vi. No vi la gala. Realmente, no nos conocemos. Es de agradecer que un actor que está dando lo que está dando al cine español, para bien o para mal pensarán muchos, le esté dando el poder a productoras y la posibilidad de hacer más cine. Al final, que diga algo así tan bonito sin esperar y sin conocernos los dos al final se agradece.
¿Qué te parece que en los Goya no se haya premiado esa vena cómica que has sacado junto a Alex?
Mario: Me gustan más los premios Feroz o los Fotogramas (risas). No, al final es parte del espectáculo. Lo que hacen es potenciar películas que parece que no han funcionado y que vuelvan a la cartelera después de esas nominaciones. Creo que hay películas este año que no han tenido nominaciones, y que eran una obviedad por su magnitud.