10. Llorando
Aunque Leonardo DiCaprio nunca ha llorado ante el público en una gala de los Oscar, ganar la estatuilla podría hacerle derramar algunas -o muchas- lágrimas de emoción. Este fue el caso de Halle Berry en 2002, cuando ganó el Oscar a Mejor Actriz por su papel en Monster's Ball. La actriz no pudo contener las lágrimas y se quedó en shock durante todo su discurso, provocando que le costase hasta dedicar el premio a sus allegados.
9. Pidiendo una segunda comprobación del ganador
DiCaprio está tan acostumbrado a escuchar su nombre entre los nominados y a después ser olvidado entre los ganadores, que no sería extraño que no diese crédito cuando recogiese su premio. Cuando Martin Scorsese recogió su reconocimiento a Mejor Director en 2007 por Infiltrados, lo primero que hizo al subir al escenario fue pedir que volviesen a leer la tarjeta por si se habían equivocado.