Matt Carroll
Es el que se ha mantenido más alejado de las cámaras durante la promoción de Spotlight, algo que dice mucho de su carácter. Fue uno de los primeros trabajadores del Boston Globe en usar ordenadores y, actualmente, es investigador en el MIT.
Antes del estreno de la película, el medio Boston habló con él y comentó que estaba agradecido porque habían encontrado a alguien mucho más guapo para interpretarle, "lo cual no es complicado". También comentó que se sorprendió mucho cuando los espectadores le escribieron para decirle que algunas de sus escenas eran muy emocionantes, ya que, para él, su trabajo no tiene nada de glamuroso: "hacen que parezca atractivo algo que es increíblemente soso y aburrido". Uno de los detalles que el director se encargó de retratar en la película es su adicción al café: "Se encargaron de que siempre saliese con una taza".
A pesar de todo esto, reconoce que ha sido una "experiencia surrealista" y que le resultó muy extraño verse a sí mismo y a sus compañeros en la gran pantalla.