La trama de Spotlight pone a la Iglesia Católica entre la espada y la pared al destapar el mayor caso de pedofilia de su comunidad, por eso todos esperaban una respuesta del Vaticano cuando el equipo del filme subió a recoger la estatuilla a Mejor película en la pasada edición de los Oscar. L'Osservatore Romano, el periódico de la Ciudad del Vaticano, ha titulado de la siguiente manera la noticia: "No es una película anti-Católica".
"Spotlight, la ganadora del Oscar, tiene una trama absorbente. La película no es anti-Católica tal y como se ha escrito, porque da voz a la conmoción y el profundo dolor de los fieles que descubren esas horribles realidades", describe el primer párrafo de la crítica escrita por Lucetta Scaraffia, "Una película no puede contarlo todo ni las dificultades que Ratzinger encontró para confirmar el tema que trata el filme, que, a menudo, las instituciones eclesiásticas no han sabido tratar con la determinación necesaria para acabar con estos crímenes [...] Ha quedado claro que, en la Iglesia, algunos están más preocupados con la imagen de la institución que con la gravedad del asunto".
Los periodistas en los que se basa la película han declarado a varios medios que se sorprendieron mucho por el apoyo recibido tras publicar el caso. Sacha Pfeiffer, la reportera que interpreta Rachel McAdams, afirmó que las reacciones fueron diversas, ya que algunos católicos dejaron la iglesia, mientras que otros quisieron seguir y solucionar el problema desde dentro.