Una razón muy sencilla
Paul Feig no llegó a preocuparse en ningún momento de las absurdas críticas que recibió el filme por estar protagonizado por mujeres. Él siempre ha pensado que los Cazafantasmas eran para todo el mundo, y su única preocupación era conseguir a las personas más divertidas para encarnarlos. Resultó, simplemente, que las personas más divertidas que encontró eran estas cuatro chicas.