Millvina Dean tenía poco más de 2 meses cuando vivió una de las mayores catástrofes marítimas, el hundimiento del Titanic. Tras la muerte de Barbara West, Dean se convirtió en la última superviviente del naufragio, pero, lamentablemente, pasó por un mal momento en los últimos años de su vida, ya que apenas podía cubrir los gastos de la residencia donde la cuidaban.
En 2009, Leonardo DiCaprio, Kate Winslet y James Cameron se enteraron de que la anciana estaba vendiendo sus recuerdos personales para poder pagar su alojamiento y cuidados, los cuales hacían un total de 3.000 libras al mes, y donaron 30.000 dólares al Fondo Millvina Dean. Don Mullan, amigo de Millvina e impulsor de la campaña, declaró en su día que, tras informar a los actores y director de Titanic, quedó "encantado por la generosidad que han demostrado en este desafío".