Gotham City Sirens
La idea de unir a Harley Quinn con otros personajes femeninos no es nueva dentro de DC, pues ya en los cómics ésta protagonizó una memorable serie donde formaba equipo con Catwoman y Poison Ivy. En ella, los guionistas se superaron a sí mismos logrando un brillante e irónico contraste entre las actividades delictivas de los personajes y su día a día compartiendo piso como un grupo de amigas normal y corriente... más o menos.
En esta colección, además, se dejaron caer otros famosos personajes como Enigma o Talia al Ghul -gran enemiga de Batman que no descartaríamos que se dejara caer por el nuevo filme-, y pudimos disfrutar de una descacharrante historia en la cual Harley Quinn conseguía tener una cita con el soltero más codiciado de la ciudad, y acababa despertando la ira del Joker cuando éste resultaba ser el mismísimo Bruce Wayne.
Batman Adventures: Mad Love
Éste fue el primer cómic en establecer de manera oficial el origen de Harley Quinn, presentándola como una aplicada psquiatra cuya carrera se truncó al ser la encargada de llevar la terapia del Joker en Arkham, y al acabar siendo seducida por él. Fue entonces cuando nació entre ambos un romance de lo más sadomasoquista, cuya violencia no evitaba que nuestra heroína se dirigiera al Joker con cariñosos apodos como "Señor Jota" o "Pastelito", aunque a éste no le hiciera demasiada gracia.
En cierto momento, a la Dra. Quinzel se le ocurriría robar de una tienda de artículos de broma un disfraz de arlequín, obteniendo así su famoso uniforme de supervillana, y uniéndose a su amado en la tarea de hacerle a Batman la vida imposible. La historia de Mad Love no serviría, en efecto, como segunda parte de Escuadrón suicida, pero sí constituiría un buen marco en el que situar una posible precuela.