¿Rueda de prensa o provocación cultural? El danés Nicolas Winding Refn, que presentaba junto a la actriz Elle Fanning y el músico Cliff Martinez The Neon Demon (sin duda la película más controvertida del festival), se fue creciendo en su cita con los medios hasta acabar proclamando: "Las reacciones de ayer a mi película son puro punk-rock, que le jodan al establishment cultural, hay que patear a la cultura institucionalizada". Y remató con estas palabras antes de que el moderador diera por finalizado el aquelarre: "El cine como forma artística es sobre una experiencia. La creatividad consiste en generar reacciones y eso es la esencia de la experiencia. Si no reaccionas, ¿qué haces aquí?, ¿para qué consumes tu tiempo viendo películas?. Cannes es el macrocine, el mejor sitio posible para mostrar tu película porque están todas las miradas encima, y sea lo que sea que tienes entre manos, yo lo tiraré abajo para hacer algo más grande. Y eso es lo que estoy diciendo a todos los adolescentes ahí afuera que fueron como yo".
La cosa empezó mucho más suave, más institucionalizada, explicando los orígenes de esta fábula alucinada y ultraestilizada sobre el fashion-business. Para localizar el origen de The Neon Demon, el autor de Drive no dudó en hablar de sus propias ambiciones como cineasta: "Mi experiencia de venir a Los Angeles con la mayor pureza posible y la aspiración de convertirme en un autor de Hollywood también está en la película. Siempre me ha interesado la belleza. Yo no soy una persona bonita, pero me gustaría fantasear con ello, y experimentarlo a través de Elle [Fanning]. Cuando le pregunté si estaba interesada en protagonizar la película, le dije que iba a mostrarme a través de ella. La belleza de Hollywood es eróticamente peligrosa". La joven actriz interpreta a una inocente belleza de 16 años que se adentra en el mundo de la moda para conquistarlo o para ser vampirizado por él. "Siempre me ha gustado escoger distintos papeles –explicó Fanning–, y este es el más oscuro que he interpretado. Fue divertido explorar ese lado oscuro, y al rodar en modo cronológico es más fácil experimentar los cambios de mi personaje, que se convierte en una completa narcisista. Es como Dorothy en El mago de Oz, una persona inocente que se adentra en el demonio de neón que es Hollywood”.
Hablando de los demonios y placeres de su sentido creativo, también se mostró generoso con el verbo provocador: "No sé exactamente lo que hago. Miro a una pared negra y pienso en lo que me gustaría ver. Así hago mis películas. Es un proceso a veces frustrante, pero muy bello". También habló de la depredación femenina: "Con The Neon Demon he tratado de alcanzar el clímax de la masculinidad y el sueño perverso de ser una adolescente de 16 años, que todo hombre lleva dentro. Pero para hacer eso tenía que encontrar a la chica. Y cuando Elle vino a mi casa de Los Angeles solo pensé que ella era mía, que ella era yo". Fanning encontró un hueco para intervenir: "Empecé a hacer películas con dos años, he hecho películas toda mi vida. Nací en Georgia, y eso lo hemos incorporado a la película, soy una chica de provincia en una gran ciudad. Al crecer en Los Angeles, al estar hoy aquí en Cannes, que es fantástico, te ves en la situación de no dejarte vampirizar por todo esto".
Y ahí quedó la cosa en lo que respecta a la actriz. Winding Refn no estaba dispuesto a perder el protagonismo. "La belleza es todo, es lo único. Eso en sí mismo es algo muy incómodo de pensar, pero hemos hecho una película que glamouriza la realidad, y su instinto es penetrar en tu mente y absorber lo que hay en ella. Creo que hay algo muy terrible en pensar que el mundo es solo belleza, pero la realidad es que si miras alrededor, esa obsesión solo ha crecido. Lo podemos racionalizar o politizar pero la revolución digital no ha hecho más que agudizarlo. The Neon Demon es una película sobre la obsesión por la belleza. ¿Qué pasará cuando la vejez ya no exista? Con todo eso, nos propusimos contar un cuento de hadas. Es una película de terror adolescente para adolescentes, y así creo que hay que verla".
¿Es tan terrible el mundo de la moda como lo describe? "No puedo en ningún modo criticarlo, pero cualquier entorno tan centrado en cómo aparentas ser es muy duro porque tiene que ver con cómo has nacido, no con cómo eres. Es así de cruel. Tiene que ser aterrador vivir en una realidad tan extrema, pero también muy excitante y contagioso. Pero no he hecho una película para comentar eso. Es una película sobre cómo vivir este mundo a través de la inocencia." Necrofilia y canibalismo, fantasmas y vampiros, los excesos y la alucinación, The Neon Demon también sella un pacto con la belleza a través de la muerte y la perversión del mundo: "Hay algo muy interesante en la revolución digital convirtiéndose en realidad –reflexionaba el director–, porque la belleza y la muerte se convierten en uno, porque todo es artificial. Mis hijas vivirán todo eso que es artificial como si fuera su mundo real. Es el final de un camino. Hay algo muy trágico en ello, y de eso en parte también trata la película".