Leonardo DiCaprio en Critters 3 (1991)
El reciente ganador del Oscar por El renacido se había dejado caer anteriormente por la pequeña pantalla gracias a su rol en la serie de La nueva Lassie, pero fue la tercera parte de esta saga de terror la que acabó suponiendo su debut cinematográfico. Vista la modélica carrera que tuvo después, es probable que DiCaprio se arrepienta de no haberlo pensado mejor en su momento.
Paul Newman en El cáliz de plata (1954)
El que fue por derecho propio uno de los mejores actores de la historia del Séptimo Arte tuvo unos inicios bastante problemáticos, a partir de este rudimentario 'peplum' donde encabezó el reparto. El propio Newman odió tantísimo este trabajo que años más tarde, con su carrera empezando a despuntar, trató de impedir que la gente lo viera, logrando por eso mismo que el interés por la película aumentara, y que durante su emisión televisiva ésta acabara siendo vista por multitud de espectadores.
Sylvester Stallone en The Party at Kitty and Stud's (1970)
Antes de alcanzar la fama participando en las sagas de Rocky y Rambo, y de convertirse en una de las figuras indispensables del cine de acción, Stallone tuvo que sobrevivir mediante filmes de bajo presupuesto como éste. Su pedestre argumento giraba en torno a una fiesta que poco a poco acababa degenerando en orgía y, como curiosidad, a raíz del éxito de Rocky el filme fue re-estrenado en los cines porno de EE.UU. con el título de Italian Stallion (El Potro Italiano).