El miércoles 22 de junio se estrena en los cines Buscando a Dory de Disney·Pixar, secuela de la aclamada Buscando a Nemo que, en 2003, recaudó en la taquilla mundial más de 936 millones de dólares. En SensaCine ya te hemos enseñado a sus personajes y también las previsiones de cómo podría funcionar en EE.UU. Ahora, y a raíz de una visita a las oficinas de Pixar en San Francisco, te contamos todo sobre el corto que acompañará al filme, Piper de Alan Barillaro. ¿No lo conoces?
Alan Barillaro lleva trabajando en Pixar desde 1997 y ha colaborado en títulos como Bichos, Toy Story 2, Monstruos, S.A., Buscando a Nemo, Los Increíbles, WALL·E. Batallón de limpieza y Brave. En estos tres últimos, su trabajo consistía en supervisar la labor de los animadores y, por tanto, vigilar cómo los personajes cobran vida en la gran pantalla. Después de Brave, Barillaro se pasó al equipo de desarrollo de 'software' con el objetivo de crear una herramienta que hiciera más flexible y creativo el proceso de animación. Así empezó a trabajar en Piper -contando con el director de Buscando a Nemo y Buscando a Dory Andrew Stanton como mentor- que, aunque nació como una prueba con un pequeño pájaro escolopácido como protagonista, se convirtió por derecho propio en este fantástico corto.
La tecnología, simple como un lápiz
Cuando hablamos con su creador el pasado mes de abril, Piper aún no estaba terminado. Sin embargo, sí que compartió con nosotros que siempre tuvo en mente la historia, incluso cuando al principio no era más que un medio para perfeccionar la tecnología del estudio. "La tecnología debería ser tan flexible como el proceso creativo", explica. "Tan simple como un lápiz, para poder expresarte rápido".
¿Por qué un pájaro que supera sus miedos a la hora de enfrentarse con las olas y buscar alimento en la orilla? "Verlos en California es muy divertido". Exacto. Barillaro iba a las playas californianas y muchas veces grababa a estos simpáticos y diminutos pájaros desde la perspectiva de un niño. Por eso, a menudo rodaba agachado, de rodillas, y hasta debajo del agua. El objetivo consistía en ver de primera mano cómo se comportaban el agua y la arena, cómo se mezclaban y cómo se movían. "Estar en la playa fue agotador. Además, no había ni gente ni coches para comparar los tamaños a escala".
El cineasta quería cumplir un doble propósito: contar una historia sencilla y crear un contraste entre lo idílico y lo aterrador de la playa. Además, como nos contó en la sala de cine Steve Jobs, "todo es un personaje"; no sólo el pájaro protagonista, sino también el ambiente, las rocas, la orilla, el agua, las burbujas y todos los efectos que lo rodean y que, en definitiva, lo dotan de vida propia.
Millones de plumas puestas a mano
Barillaro ha insuflado de expresividad al héroe del corto no a través de gestos y emociones humanas, sino por medio del comportamiento de su plumaje. Algo que suena sencillo pero que, en realidad, fue toda una locura, todo un reto. "No quería humanizar a los personajes porque ya eran expresivos de por sí". El pequeño pájaro tenía millones de plumas, cada una de ellas con sus variaciones. "Fue una tarea abrumadora", recuerda el director, prácticamente al borde del resoplido. "Queríamos que pareciera vulnerable y utilizar las plumas para darle expresividad; ni las cejas ni nada parecido".
Entre el análisis tecnológico, los 'storyboards', el diseño de personajes y la producción, Pixar ha invertido tres años en Piper. Para que te hagas una idea, una película como Buscando a Dory requiere cuatro años de trabajo. Sólo uno más. ¿Le gustaría que, con un poco más de inversión, se convirtiera en un largo? "Quería desarrollar esta idea y al personaje. No he pensado más allá". Si quieres conocer a esta divertidísima ave costera, tendrás que ir a ver Buscando a Dory a los cines. ¡Aquí tienes el tráiler!