En el mundo del cine, es habitual repetir las tomas hasta que el director crea que tiene las suficientes, pero hay veces que basta con rodar una única vez. Es lo que le ocurrió a James Franco en 127 horas cuando tuvo que rodar la escena más impactante y sangrienta de la película: spoiler: cuando se corta el brazo. ¡Cuidado, si no has visto la película, no sigas leyendo!
Para rodar la escena en la que al fin escapa del fondo del cañón, el equipo preparó una prótesis para simular el brazo que debe cortar Franco. Según informa Whatculture, el director Danny Boyle y su equipo habían planeado un día y medio para terminar esta escena, pero cuando llegó el momento de grabar se dieron cuenta de que tendrían tiempo libre.
Franco consiguió cortar la prótesis en 20 minutos en una única toma que salió sin problemas. Ahora verás el momento más 'gore' de la película de otra manera.
