3. ¿Cómo vendió la historia de Buscando a Dory a John Lasseter?
Cuando los guionistas de Pixar han decidido qué historia llevarán a cabo, tienen que presentarla ante el 'Brain Trust', un grupo de creativos de la compañía que se encargan de evaluar su trabajo y sugerir cambios para la continuación de la película. La propuesta inicial se produjo en abril de 2012. Stanton describió durante una hora su proyecto como si fuese una película que acababa de ver. "Lo malo es que no la he visto. Está en mi cabeza", ha dicho. Entre los trabajadores que escucharon pacientemente al guionista se encontraba el director creativo de los estudios, John Lasseter, quien no parecía convencido de la idea al no lograr entender la evolución de Dory y no comprender la trama del todo.
Esta reunión se repite una vez cada cuatro meses y, si el primer encuentro fue en abril de 2012, el equipo de la película no logró encajar todas las piezas de la historia hasta agosto de 2015. Aun así, el director ha definido esta primera propuesta como algo "sencillo" pues, al ser una secuela, la audiencia conocía a los personajes y podían aceptar mejor el desarrollo de una nueva aventura. "Para contar una historia, debes usar tu carisma. Pero la historia debe ser divertida por sí misma, no por quien la cuenta", explica Stanton durante la clase magistral para aclarar que un buen narrador no es alguien con un "don". "Es muy difícil encontrar a esas personas. Si no, todo el mundo podría hacer lo que hacemos".
4. ¡Hora de desarrollar el guion!
"A partir de este momento es cuando se deja de disfrutar. Os lo estoy vendiendo bien, ¿eh?”, bromea el director de Wall·E sobre el proceso creativo. En la fase de desarrollo del guion, el equipo no puede obviar las carencias y los problemas reales de la historia. En total se llegaron a escribir y reescribir nueve guiones sobre el viaje de Dory y Stanton ha afirmado que nunca quisó trabajar solo en la secuela: “No me gusta no compartir el éxito. Cuanto antes te rodees de personas creativas, mejor”.
El director contrató a una co-guionista llamada Victoria Strauss, quien se encargó de escribir un guion completamente nuevo por separado. "Ella se encargaba de dar un toque femenino a la idea de dos hermanas que habían sido adoptadas”. Stanton solo podía dar una visión más paternal a la historia y eso ya lo había hecho en Buscando a Nemo. Cuando los borradores comenzaron a desarrollarse, con ellos se produjo otra fase del proceso creativo: las lecturas del guion. Estas lecturas iban acompañadas de visualizaciones generadas por ordenador a partir de bocetos, que permitían ensayar de principio a fin todas las escenas de la película. Para crear estos "reels", cada miembro del equipo pone voz a un personaje distinto. Por ejemplo, En el caso de Toy Story, Lasseter es el encargado de leer las frases de Buzz Lightyear, mientras que Stanton prefiere interpretar al vaquero Woody.
5. ¿Con qué escena debería comenzar la película?
El equipo de la película pasa tantos años inmerso en un mismo proyecto que no es capaz de distinguir sus propios errores a primera vista. En los estudios Pixar no existe competitividad entre los trabajadores y cualquier guionista o director puede llamar a la puerta de otro trabajador externo a su película para que otorgue una visión objetiva sobre el trabajo. "Nos equivocamos el 25% de las veces", explica Stanton sobre el largo proceso creativo de cualquier cinta. Uno de estos errores, de hecho, se produjo en el desarrollo del prólogo inicial de Buscando a Dory.
La escena inicial de la película presentaba las hazañas de Marlin en Buscando a Nemo y dejaba en un segundo plano a Dory. ¿Problema? El pez cirujano no era el verdadero protagonista de su propia historia y debía tener la atención de los espectadores desde el primer segundo. El director se percató de que había algo en la película que no funcionaba... pero el equipo no lograba adivinar qué era exactamente. Todos tenían una visión y un concepto independientes de la historia y era él quien debía definir la evolución de Dory pero, ¿cuál era la correcta?