4. Otra fiesta de Navidad horrible
Cuando Bridget explica cómo conoció a Daniel Cleaver se avergüenza. La protagonista echa la vista atrás para recordar que en la fiesta de Navidad de la empresa cogió el micrófono, se puso a cantar y todos sus compañeros odiaban sus grandes dotes de "cantante". Desde ese momento, las escenas musicales son algo obligatorio en las películas de Jones.
5. Las grandes bragas de Bridget
Todo aquel que haya visto las películas de Bridget sabrá que sus grandes bragas formaban parte de su personalidad. Aparecen por primera vez cuando Daniel y ella van a acostarse por segunda vez y él no puede hacer otra cosa que reírse de la situación.
6. Renée Zellweger y Jim Broadhent disfrazados
La Navidad da para mucho y más con la familia de Bridget. El personaje acude a otra fiesta -¿cuántas van ya? ¿Tres?- pensando que es de disfraces. Al final el encuentro temático se cancela y el tío de la protagonista decide no avisarla, lo que provoca que ella aparezca con un disfraz diminuto de conejita y su encuentre a su padre vestido de cura.