Si hay algo característico en Jason Momoa es la cicatriz de su ceja. Esta marca no le ha venido nada mal para los personajes que ha interpretado, ya sea en Conan el Bárbaro o como Khal Drogo en Juego de tronos. Pero, ¿conoces cuál es su origen?
Según informa ComicBook, se hizo la cicatriz hace ocho años en un bar. Al parecer, el actor se vio envuelto en una pelea y alguien le dio en la cara con un vaso de pinta. Como es obvio, el golpe tuvo que ser fuerte, ya que la marca no pasa desapercibida. Para conseguir cerrar la herida, los médicos le pusieron 140 puntos de sutura.
En una entrevista con NY Post, Momoa declaró que ese golpe tuvo su lado bueno: "Me han llamado 'chico bueno' durante toda mi vida. Es como 'Bien, ahora no soy así'". Le debió coger el gustillo a eso de tener heridas reales, ya que, según reveló en una entrevista con ComicBookMovie, le pidió a un amigo que le rompiera la nariz para protagonizar Conan el Bárbaro. "Quería tener mi nariz rota para el papel, pero no estaba seguro de cómo conseguirlo. Le dije, tío, tengo una idea. Creo que deberías romperme la nariz, ¿lo harías? Mi amigo simplemente lo hizo muy bien, maldita sea", afirma el actor.
¿Hará algo parecido para ser Aquaman? La película de DC se estrenará en EE.UU el 27 de julio de 2018 y, por el momento, no cuenta con fecha en España. Antes, podremos ver a Jason Momoa metido en el papel en La liga de la Justicia, estreno el 17 de noviembre de 2017 en Estados Unidos.