Durante el rodaje de Star Wars: El despertar de la Fuerza, Harrison Ford sufrió un percance con una de las puertas hidráulicas del Halcón Milenario que le obligó a guardar reposo durante unas semanas. El pasado mes de febrero, Entertainment Weekly anunció que las autoridades inglesas habían denunciado a Foodles Production Ltd., la subsidiaria de Walt Disney Company que produjo el Episodio VII, por infringir la ley de seguridad y salud en el lugar de trabajo. Ahora ha salido la resolución y la productora deberá pagar una multa de casi dos millones de dólares.
Aunque parecía que no había tenido graves secuelas, Ford sufrió una fractura de tibia y peroné, un tobillo dislocado y un corte en la mano. De hecho, comparan el alcance del golpe con un accidente con un coche pequeño. El juez Francis Sheridan ha hablado con DailyMail sobre la gravedad del asunto:
"El mayor error de la compañía fue la falta de comunicación, falta porque, si tienes una evaluación de riesgos y no lo comunicas, ¿cuál es el sentido de hacerla? Es la infracción más grave. Si hubiesen incluido al Sr. Ford en las discusiones, podría haber sido alertado de los peligros que debía evitar. Si hubiesen presionado el botón incorrecto hubiesen terminado aplastando al Sr. Harrison Ford. Es increíble todo lo que dejaron al azar".
Según informa Movieweb, las consecuencias del accidente podrían haber sido mucho peores si los miembros del equipo no hubiesen presionado el botón de emergencia, aunque no fueron lo suficientemente rápidos como para evitar que la puerta aplastase la pierna del actor.