Este fin de semana hemos podido saber que Tim Miller, director de la aclamada Deadpool -más de 782 millones de dólares en la taquilla mundial-, no regresará para su secuela, Deadpool 2, cuyo estreno ha señalado 20th Century Fox para el 2 de marzo de 2018 en EE.UU. Unas supuestas diferencias creativas con Ryan Reynolds pudieron ser el desencadenante. Sin embargo, en un nuevo artículo publicado por The Wrap, parece que su salida también tuvo algo que ver con el presupuesto.
The Wrap también publicó la historia original. En ella se decía que la marcha de Tim Miller se debía a que él deseaba una sequela de acción mucho más estilizada, mientras que Ryan Reynolds, que encarna al Mercenario Bocazas de Marvel, prefería ceñirse al humor y al tono de la original. Si hay más humor que acción, lógicamente, el presupuesto es mucho menor. Pero la gota que colmó el vaso pudo ser el potencial fichaje de Kyle Chandler como Cable. Miller lo quería a él y Reynolds no.
El nuevo artículo indica que la diferencia de opiniones no sólo fue entre Miller y Reynolds con Fox haciendo de árbitro puntualmente. Los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick también estaban en contra del director ya que, al igual que la estrella protagonista, preferían repetir la fórmula de éxito de la primera parte. El presupuesto de esta ascendió hasta los 58 millones de dólares, cifra que podría haberse triplicado si la versión de Miller hubiera salido adelante. Todavía queda por comprobar cómo afectará la marcha del realizador. Mientras, disfruta del tráiler de Logan (3 de marzo de 2017 en cines).