El proyecto de la Bruja de Blair
La tecnología no habría solucionado la maldición de la bruja y seguramente habrían acabado muertos igualmente, pero no se habrían perdido en el bosque. En la película, terminan sin saber dónde ir porque uno de ellos ha tirado el mapa al río, pero en la actualidad cualquiera de ellos llevaría navegador en el móvil u otro tipo de GPS.
Todo hubiese sido más fácil con un teléfono móvil en el bolsillo, una cosa que solemos llevar siempre con nosotros. John McClane habría podido utilizarlo para aletar de la situación rápidamente.
Audrey Hepburn interpreta a una princesa que hace una visita oficial a Roma. Está harta de sus compromisos y el protocolo obligatorio, así que decide escaparse para llevar una vida normal y corriente. Algo que sería impensable en la actualidad, ya que enseguida estaría perseguida de paparazzis, gente subiendo fotos suyas en Twitter y sería muy extraño que su pretendiente no la reconociese tarde o temprano.