Una nueva era llega al universo de Harry Potter. Animales fantásticos y dónde encontrarlos, la precuela de la historia del joven mago ambientada 70 años antes de su aparición, llega a las salas de cine el 18 de noviembre -¡solo quedan 2 días!- y con esta película J.K. Rowling ha querido que los fans de su mágico mundo conozcan una nueva comunidad mágica a través del magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne).
David Yates es el encargado de colocarse detrás de las cámaras para dirigir esta película, un hombre que ya conoce de primera mano los entresijos de la saga cinematográfica de Harry Potter, pues realizó La Orden del Fénix, El Misterio del Príncipe y Las Reliquias de la Muerte: Parte 1 y Parte 2. En SensaCine hemos tenido la oportunidad de hablar con él en Nueva York sobre cómo ha sido regresar al mundo de Rowling y por qué decidió que Redmayne era perfecto para dar vida a este nuevo héroe.
Regresar al mundo de J.K. Rowling
"No era un remiendo de Harry Potter", afirma Yates cuando explica qué le hizo asegurarse este proyecto. "Se trata del mismo universo, pero está ambientada en la Nueva York de 1926 con nuevos personajes y... resultaba muy nuevo cuando lo leí. Fue... muy emocionante volver", añade.
Cuando Yates habla sobre lo que hace que el mundo que Rowling ha creado sea tan inolvidble para la gente, el realizador apuesta que se debe a que ella "coge cosas normales y valores y experiencias y les da un toque mágico. Sin perder la autenticidad de la experiencia humana", declara.
Eddie Redmayne, el perfecto Newt Scamander
El ganador del Oscar por su interpretación de Stephen Hawking en La teoría del todo es el encargado de dar vida al protagonista de esta historia, un héro a quien le cuesta socializar. Él es el escritor del libro que Harry y sus compañeros de Hogwarts utilizan en clase para aprender sobre las criaturas mágicas que pueblan su mundo. Pero, ¿qué hizo al equipo de la cinta decantarse por Redmayne?
Yates destaca su "gran humanidad" y el hecho de que "es muy guapo pero no desde un punto de vista tradicional para un actor principal". Su aspecto aniñado y encantador y su capacidad para "encontrar la tristeza y la melancolía" y una especie de "torpeza bobalincona" fue lo que le hizo pensar que Eddie "era clavado" para el personaje.