5. A un paso de ser periodista
Después de graduarse en el instituto, Brad Pitt se matriculó en la universidad de Misouri para estudiar periodismo. Aunque nunca fue un mal estudiante, su amor por la interpretación era mucho mayor que el que senía hacía el mundo de la comunicación. La incompatibilidad para hacer las dos cosas a la vez llevó a Pitt a dejar sus estudios unos meses antes de la graduación, y a volcarse de lleno en su carrera como actor.
6. Pudo ser Neo
Al igual que Tom Cruise, Brad Pitt fue uno de los candidatos para interpretar el papel de Neo en Matrix (1999), que finalmente iría a parar a las manos de Keanu Reeves. Cuatro años antes, en 1995 eñ actor también estuvo a punto de convertirse en uno de los astronautas de la cinta de Ron Howard Apolo 13. Sin embargo, prefirió aceptar el papel protagonista de Siete años en el Tibet, y ponerse a las órdenes de David Fincher.
7. Baneado en Malasia y en China
El actor también ha hecho sus pinitos en el mundo publicitario, y en 2002 protagonizó un spot para la marca de coches Toyota. Aunque el anuncio estaba destinado al mercado asiático, el gobierno de Malasia decidió retirarlo de la televisión porque aseguraba que "era un insulto a los asiáticos". Según el viceprimer ministro Zainuddin Maidin, el spot "podría generar un sentimiento de inferioridad en la comunidad asiática". El político no comprendía por qué tenía que ser un actor occidental el protagonista de esa campaña, y se preguntaba si los hombres de su país "no eran lo suficientemente guapos".
Años antes, el actor levantó otra polémica esta vez en China, y como consecuencia de su participación en la película Siete años en el Tibet. Las autoridades chinas quedaron muy disgustadas por el tratamiento que se daba a su comunidad en la cinta de Jean-Jacques Annaud y declararon a Pitt persona non grata en el país. El actor no pisó tierras chinas hasta 2014 cuando acudió con su ex mujer Angelina Jolie para acompañarle en la promoción de la película Maléfica.