Àlex Brendemühl (Barcelona, 1972) es uno de los protagonistas de 7 Años, la primera película española producida por Netflix que ya está disponible para los suscriptores de la plataforma.
En 7 Años, el actor vuelve a ponerse a las órdenes de Roger Gual para meterse en la piel de Marcel, uno de los cuatro socios que tienen que decidir quién de ellos cumple siete años de condena por el fraude fiscal que todos han cometido con las ganancias de su empresa. Juan Pablo Raba, Juana Acosta y Paco León encarnan a los otros tres socios, mientras que Manuel Morón da vida al mediador contratado por los protagonistas para que les ayude a tomar la mejor decisión.
En el principio de la película, algunos ya comienzan señalando a uno de los socios como el más indicado para ir a la cárcel "por ser el que tiene más sentimientos". ¿Es así como funciona en la vida real? ¿Vamos a por los que consideramos más débiles a priori?
Lo interesante de la película es que nada es lo que parece, que el que parece más apto para sobrevivir en la jungla al final es el que paga los platos rotos. Y en ese sentido tiene una conexión con la realidad, que las cosas no son lo que parecen. En el caso de mi personaje, parece que es el más frío, el más calculador, el que tiene más recursos para salir victorioso, y, sin embargo, luego no se sabe. En lo que estos cinco personajes se plantean se juega constantemente con la sorpresa, lo imprevisible y el engaño. Se va viendo cómo cada uno juega sus cartas. Y creo que la vida también es así, que el que menos te esperas acaba triunfando y el que apuntaba maneras desde el principio y parecía que iba a ser un triunfador acaba siendo un desgraciado. Es lo apasionante de esta vida, supongo.
¿Cómo crees que se enfrentaría Álex Brendemühl a una situación parecida?
Éticamente no se puede defender el planteamiento de la película, que es corrupto directamente. Si habíamos hecho algo mal, lo vamos a hacer peor. Estamos poniendo una lupa sobre este sistema que tenemos montado en la sociedad, en el que siempre hay unas salidas, unas vías de escape, que huyen de las normas. Es un planteamiento muy Darwiniano, de la supervivencia del más fuerte, que en este caso es imprevisible quién va a ser el más fuerte. La premisa de la película es: Somos corruptos y vamos a plantear una solución más corrupta aún.
Yo, en mi caso, me considero una persona mucho más sentimental como para haber tomado las decisiones que toma mi personaje. Evidentemente, todos nos planteamos durante el rodaje qué haríamos nosotros en una situación así, si nos encontrásemos en esta crisis, y yo me veo muy alejado de mi personaje. Me gusta mucho hacer ese ejercicio de tener que pensar como el personaje, y dejar de lado cualquier sentimentalismo para salvar el pellejo. Además, es un tipo que tiene una mujer y una hija a la que proteger, así que acaba protegiendo su terreno a capa y espada.
Netflix
Repites a las órdenes de Roger Gual. ¿Cómo has percibido su evolución en estos años?
Lo bueno de repetir con él y de haber trabajado ya, creo que por tercera o cuarta vez, es que veo esa evolución de cómo va creciendo él como creador y cómo está aprendiendo a relacionarse, a dialogar con su cine y con los actores. Es un director que ama los actores, que antepone el juego de los actores y que sean ellos quienes le den la verdad del momento y la opción más adecuada para la trama de la película. Es un director que plantea el juego escénico muy a favor de los actores y eso nos enriquece a todos mucho. Sobre todo me plantea muchos retos porque siempre me propone los personajes que yo de entrada no hubiera elegido. Como Marcel, que de entrada me plantea un conflicto y la duda de si voy a ser capaz.
¿Qué otro personaje hubieras elegido tú?
Igual el de Juan Pablo [Raba] o el de Paco [León]. Sí, me siento más cerca del personaje de Paco. De entrada, yo rehúyo de tener responsabilidades o tener que tirar del carro de una empresa o de un proyecto así, y este personaje es alguien que se ha volcado, que se moja al 100% por la empresa y lo da todo. Es frío, tiene pocos escrúpulos y no duda a la hora de tomar una decisión dolorosa.
¿Sabías que '7 Años' iba a ser la primera película española de Netflix cuando te llegó el proyecto?
A mí me llega de entrada una propuesta de Roger [Gual], Una llamada de un amigo como otros proyectos que me ha propuesto. De entrada, me pareció todo muy inmediato, cuando le dieron luz verde para rodar la película, me quedé: '¿Ah sí? ¿Y empezamos ya? Sí, nos ponemos y en enero comenzamos a ensayar'. Y la hacemos como cualquier otra película y sin plantearte mucho la dimensión que va a cobrar un proyecto así. No te lo planteas. Hoy me doy cuenta de que se lanza una película en 190 países, y en ese sentido es muy diferente a lo que he hecho hasta la fecha. Pero mientras lo haces lo haces como cualquier otra película. Es la difusión lo que cambia y la posibilidad de llegar a todos los lugares del mundo.
¿Cuál es tu serie estrella de Netflix?
Narcos.
