La carrera cinematográfica de Macarena Granada ha evolucionado a la par que la de la actriz que la interpreta: Penélope Cruz. Este personaje ficticio ha dejado atrás la fama nacional que ganó en La niña de tus ojos para abrirse camino en Estados Unidos y regresar como una figura internacional en La reina de España. Del mismo modo, Cruz ha trabajado los últimos 18 años en tiítulos tan conocidos como Piratas del Caribe, Vicky Cristina Barcelona y el musical Nine. El director Fernando Trueba ha decidido unir de nuevo al personaje y a su intérprete para explicar qué ha ocurrido con Macarena desde 1998, historia que puede verse en las salas de cine de España desde este viernes 25 de noviembre.
En Sensacine hemos tenido la oportunidad de entrevistar a la actriz para conocer más detalles sobre su nueva película, el ambiente en el que ha vivido en el rodaje, el reencuentro con sus antiguos compañeros y su deseo de participar en nuevos musicales.
¿Cómo te has sentido al reencontrarte con Macarena Granada 18 años después de La niña de tus ojos?
Yo creo que 18 años es mucho tiempo y que todos cambiamos progresivamente todos los días. Son cambios que no se notan en poco tiempo, pero al fin y al cabo se van acumulando. Ni Macarena ni yo estamos igual hoy que en La niña de tus ojos. Hemos tenido vidas muy diferentes, aunque haya cosas en común. No tiene nada que ver por donde ha ido ella a por donde he ido yo en cuanto a la vida personal se refiere. Ella ha estado en Estados Unidos desconectada de su país, sin más familia que Trini [Loles León] y cuando vuelve está muy desconectada. En mi caso, el trabajo en EE.UU. siempre ha sido con un billete de ida y vuelta, en ningún momento me fui como se va ella. En aquella época si firmabas con un estudio se convertían prácticamente en tus dueños y a mí me ha tocado otra época mucho más flexible, por lo que en ese sentido no la envidio nada.
¿Has usado como referencia a alguna actriz de los años 50 para hacer evolucionar a tu personaje?
No hemos tenido ninguna en concreto porque queríamos seguir a Macarena. Queríamos mantener la esencia de la protagonista, pero, a la vez, estudiar esos cambios. Antes era una niña y ahora es una mujer hecha y derecha, aunque sigue teniendo esa chispa y esa fuerza que tenía ella. Es uno de los personajes que yo he interpretado que mejor me caen, la quiero mucho. Poder recuperarla para mí es un ejercicio nuevo, nunca he tenido que hacer un personaje dos veces.
¿Has pensado durante las últimas décadas en qué le habrá pasado a Macarena?
No, no lo pensaba. Cuando me despido de los personajes no suelo pensar que pueden volver. A menos que sea un tipo de película en la que ya sabes que eso va a suceder, pero no suele ser lo normal. En este caso, hasta que Fernando Trueba me lo sugirió, yo no empecé a hacerme preguntas como dónde estaría ella ni cómo sería ahora. Pero me contó que le estaba dando vueltas hace cinco años y, más tarde, en mi casa me dijo: ‘Yo ya tengo la idea en la cabeza, si me dices que sí la escribo’. Yo le dije que sí y todos mis compañeros también dijeron que sí.
¿Piensas que siguen existiendo rodajes con un espíritu familiar más allá del "acción" y el "corten" de la película?
Creo que eso también está muy marcado por la figura y la personalidad del director, por cómo se maneja en el rodaje, cómo trata a sus diferentes departamentos… Yo a Fernando jamás le he oído gritar a nadie, ni tratar mal a nadie. Es un caballero y mantiene siempre la calma, nunca pierde los nervios. En el cine no podemos controlar nada. Dependemos del tiempo que haga ese día, de poder cambiar el ‘chip’ y decir está lloviendo así que nos vamos al ‘cover set’. Si ibas a hacer una escena de comedia, de repente te vas al drama porque está lloviendo. Estamos acostumbrados a ir muy día a día, a tener que crear un orden dentro del caos, de no poder controlar nada. Todo eso crea mucha adicción porque te mantiene vivo y despierto. No importa cuántas películas hayas hecho, siempre existe la sensación de empezar de cero.
¿Cómo te sentiste al saber que se unirían nuevos actores al reparto?
Creo que están muy bien elegidos y hacen trabajos increíbles. La lectura de guion en casa de Fernando fue con todos los que estábamos en la anterior y fue como un milagro poder reunirnos otra vez y ver que eso iba a salir adelante. Son muchos años los que han pasado y yo sé que en su cabeza está la idea de hacer una tercera, pero ya veremos a ver qué pasa de aquí a ocho o diez años.
¿Qué canción elegirías: la de La niña de tus ojos o la de La reina de España?
En La niña de tus ojos no canté yo, porque eso era copla, era muy difícil. Yo cante en Nine y canto en esta. Las dos veces he sudado la gota gorda en el estudio, Fernando me dijo que nunca me había visto tan nerviosa. Es verdad que me impresiona mucho lo de cantar, porque a mí me encanta la música. Le tengo mucho respeto, así que él me dijo: ‘Quiero que lo intentemos, te quiero escuchar’. Lo grabamos, le gustó y decidió que cantara yo. Creo que como me gusta tanto cantar me pongo aún más nerviosa. El número de Nine era muy difícil, tenía que cantar, bailar, llegar a notas muy difíciles… Ahí tuve un profesor durante meses. Uno de baile y otro de canto. Creo que eso también me ha servido para poder cantar en esta. Antes de Nine solo había entrenado baile durante 17 años, pero canto no.
¿Te atreverías a cantar en otra película?
A mí me encantaría. Me encanta la música. Me apasiona. Me gustaría hacer más musicales. Creo que se hacen muy pocos.
Si Fernando Trueba hubiese recibido el Premio Nacional de Cinematografía hace 18 años, ¿crees que los espectadores hubieran tenido la misma reacción?
No, la única diferencia es que no había redes sociales. Creo que Fernando ya ha aclarado eso, tienes que conocerle para darte un poco cuenta de cómo habla. Más tarde, él también se dio cuenta de que eso sentó mal y lo explicó. Cualquiera que tiene un trabajo público está expuesto. Quizás como antes no había internet, no iba a tanta velocidad. Eso también influye en que algo que pasa hoy, pasado mañana nadie lo recuerda. La pena es que pasa con lo bueno y con lo malo. Es una velocidad que para mí es antinatural. El mundo ha cambiado tanto con internet que da vértigo”.
¿Cómo te sientes al dejar atrás La reina de España y pasar al nuevo proyecto de Asghar Farhadi?
Eso es lo que me encanta y me divierte de este trabajo, el poder hacer personajes diferentes que no se parezcan nada entre ellos. Seguramente tendré algo de cada de uno de ellos y ellos de mí, pero intento no hacer dos veces el mismo personaje, salvo en este caso que es realmente la misma persona. Antes voy a hacer Escobar, la película sobre Pablo Escobar y Virginia Vallejo. Estoy metida en el acento mexicano y es bastante difícil. Imito el acento todo el día, la gente de mí alrededor está harta de escucharme hablando así. Pero no me queda otra, porque tengo que aprender a hacerlo en español y después pasarlo al inglés, porque vamos a rodar todo en inglés.