Hasta el último hombre ya está en las salas de cine españolas. El nuevo trabajo como director de Mel Gibson narra la historia de un héroe norteamericano de la Segunda Guerra Mundial. Ese héroe se llama Desmond T. Doss, un joven que se alistó como voluntario en el ejército de los Estados Unidos para combatir en Okinawa, pero cuyas creencias religiosas le impidieron coger un arma a lo largo del conflicto. Su sueño de convertirse en médico hizo que pasase a formar parte del destacamento médico de la infantería. Un hecho que provocó que sus compañeros se burlasen de él, porque lo consideraban un peligro en las trincheras.
Durante el asalto al acantilado de Maeda, donde les esperaban nidos de metralleta y decenas de soldados nipones escondidos en cuevas, Desmond demostró su valentía al no huir pese a estar rodeado por el fuego enemigo. Tal era su compromiso, que desobedeció la orden de retirada de sus superiores, para poder entrar en la zona asaltada a rescatar a sus compañeros. De esta forma, logró salvar la vida a cerca de 75 soldados, que de no ser por él hubiesen fallecido.
Por impensable que parezca, Desmond se convirtió en el primer objetor de conciencia en ser condecorado con la Medalla de Honor, que le hizo entrega el presidente Harry Truman, en 1945. Desde entonces su historia de valentía se ha querido llevar al cine, pero Desmond prefería continuar en el anonimato alejado de la fama. "Desmond nunca quiso vender los derechos de su vida. Sentía que la fama y la popularidad iban en contra de su forma de entender la vida, pero al final comprendió que al compartir su historia con los espectadores se aseguraría de que ésta no se perdiera", ha explicado el productor de la cinta Bill Mechanic.
Después de recibir hasta en tres ocasiones el guión escrito por el ganador del Pulitzer Robert Schenkkan y Andrew Knight, Mel Gibson aceptó trasladar a la gran pantalla la vida de Desmond T. Doss. El protagonista de la historia, al que encarna Andrew Garfield, falleció en marzo de 2006, a los 87 años.