El pasado mes de octubre, Tim Miller sorprendió a todos los fans de Deadpool al anunciar que abandonaba el proyecto de la secuela. ¿Qué motivaría al director que consiguió recaudar más de 782 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 58 millones? Alguien capaz de no solo mantener la confianza que 20th Century Fox depositó en él, también de superarla con creces a un nivel insólito e inesperado.
En ese momento, el único argumento que Miller dio era que tenía diferencias creativas con Ryan Reynolds, el protagonista, lo que le impedía seguir dirigiendo la secuela. Recientemente, en un encuentro con CG Garage -y ha recogido Collider-, el cineasta ha roto su silencio para hablar claramente sobre lo que le motivó ceder el testigo de Deadpool 2:
"Simplemente quería hablar con los fan ahí fuera, porque creo que es importante lo que los frikis y los nerds del mundo piensen porque son mis hermanos y hermanas. No quiero hacer una película estilizada con un presupuesto tres veces superior. Si lees Internet - ¿a quién le importa de verdad? Pero para esos de vosotros que sí os preocupáis, quería hacer el mismo tipo de película que había hecho ante porque creo que es la película correcta para el personaje. Por lo que no creáis todo lo que leéis en Internet".
Algunos de los rumores sobre su salida apuntaban a que la posible elección de Kyle Chandler había sido la gota que colmó el vaso de Miller, pero el director ha negado esto diciendo que él actor no iba a ser ese personaje, simplemente quería hacer la misma película que la primera ocasión y no podía.
Eso sí, Miller ha querido desearle lo mejor a la cinta y en concreto a David Letich, el elegido por el estudio para continuar el proyecto: "Le deseo nada más que lo mejor -espero que sea fabulosa porque adoro el personaje y creo que es genial, también quiero a los actores y quiero verles tener éxito de nuevo. No he conocido a David, pero es un gran chico por lo que he oído. No le deseo nada más que lo mejor al personaje. Y para Fox también. Ellos merecen ganar dinero. Ellos necesitan ganar más dinero [risas]. Ellos son geniales, son fantásticos".
Con estas declaraciones, Miller pone punto y final -o eso quiere conseguir- al debate sobre por qué dejó la dirección de una cinta tan exitosa. Ahora bien, esto quiere decir que el proyecto de la secuela es tan distinto de la primera, porque no tendría demasiado sentido debido al éxito que consiguió. Eso sí, siempre que hay aumentos de presupuesto hay exigencias nuevas y objetivos nuevos que conseguir, algo que a Miller no le preocupaba, ¿qué opinas?