No habrá nadie como Fisher
Si existe una figura auténtica en Hollywood, esa es Carrie Fisher. Como ya hemos comentado, nunca ha tenido tapujos a la hora de hablar de sus adicciones y problemas mentales. Todas sus apariciones públicas han dado de qué hablar, ya sea por la presencia de su perrito Gary o por la cercanía con la que respondía a las preguntas que le hacían.
Hace tan solo unas semanas de su última polémica: la revelación de que ella y Harrison Ford mantuvieron una aventura durante el rodaje de Star Wars: Una nueva esperanza. "Fue muy intenso. Era inexperta, pero confiaba en él. Era amable. Éramos Han y Leia durante la semana y Carrie y Harrison durante el fin de semana", cuenta la actriz en su nuevo libro de memorias, The Princess Diarist.
Otro ejemplo de esos momentos en los que Fisher dejaba sin habla a sus seguidores ocurrió cuando, el pasado mes de septiembre, le preguntaron por qué Leia había dejado a Han Solo. Esta fue su divertida respuesta: "Él traficaba demasiado. Y chicas, sabéis que no queréis que vuestro marido trafique con mercancías de contrabando, ¿o sí? Además, pasaba demasiado tiempo con el chico peludo [Chewbacca]. Pienso que teníamos muchos problemas con eso. Él no me llevaba al hiperespacio tanto como debería... es un eufemismo". Nadie sabía qué podía pasar cuando Carrie abría la boca.