El fin de las vacaciones de Navidad conlleva la vuelta a la rutina y eso es motivo de tristeza para muchas personas. La obligación de retomar los estudios o regresar al puesto de trabajo puede tener como consecuencia el considerar enero como el peor mes del año. Si eres una de esas personas y, además, eres fanático de la saga Harry Potter, Pottermore tiene un mensaje para ti. La web oficial de las historias de J.K. Rowling ha recopilado 7 momentos en los que Hogwarts ha demostrado que los primeros 31 días del año no son tan malos como crees.
A pesar de que Harry recibiese grandes regalos durante su primera Navidad en el Colegio de Magia y Hechicería, eso no hizo que el joven mago no quisiera continuar con su año académico. El protagonista utilizó la capa de invisibilidad para poder divertirse durante los 11 meses -y las siete películas- siguientes. ¿Quieres saber que más hechos hacen que el primer mes del año sea uno de los mejores? Echa un vistazo a continuación.
¡Adiós a la familia Dursley!
Las vacaciones son motivo de descanso, pero también de reuniones familiares y de emotivas despedidas. Cuando llega esta época, los tres protagonistas deben separarse y seguro que Harry ha sido obligado a pasar más de un diciembre al lado de los Dursley. El simple hecho de poder regresar a Hogwarts para estar junto a Ron y a Hermione debería ser el principal motivo de su entusiasmo por la llegada de enero. Además, ¿quién no prefiere luchar contra perros de tres cabezas y temibles piezas de ajedrez que tener una conversación con un pariente lejano?
Refugiarse en la cabaña de Hagrid
La temperatura de comienzo de año puede no ser la más adecuada para salir de casa, pero, en Harry Potter y El Prisionero de Azkaban, Rowling apunta que sí es el mejor momento para vivir una aventura junto a Hagrid: "La última cosa que alguien quería hacer era permanecer dos horas en los jardines durante una mañana de enero, pero Hagrid había encendido una hoguera llena de salamandras para divertirse, lo que provocó que aprendieran una gran lección recogiendo madera seca y dejando que el fuego ardiera, mientras que los lagartos amantes de las llamas corrían de un lado a otro bajo los desmoronados y ardientes troncos".
Visita a Hogsmeade
Otro de los planes que más gusta a los jóvenes magos es visitar Hogsmade tras la Navidad. Ver el pueblo nevado y tomar una cerveza de mantequilla en Las Tres Escobas debería ser motivo más que suficiente para querer volver al colegio. Además, después del pub, los estudiantes también pueden ir a la tienda de artículos de broma y recorrer los pasadizos secretos que llevan a Hogwarts. ¿Lo malo? No están autorizados a ir los alumnos pertenecientes al primer y segundo año, aunque la capa de invisibilidad puede ayudar a olvidar esa norma.