Una semana ha pasado desde que conociéramos la triste noticia de la muerte de Carrie Fisher tras sufrir un infarto al corazón, y la de su madre, Debbie Reynolds, tan solo un día más tarde. Dos icónicas actrices a las que el mundo del cine sigue recordando y que, aunque pasaron por sus más y sus menos, siempre fueron madre e hija. Una relación que plasma una antigua fotografía en blanco y negro que ha estado circulando por los medios, y de la que ahora conocemos su historia.
Tal y como cuenta Entertainment Weekly, la instantánea muestra a una joven Carrie Fisher -de tan solo seis años- sentada en una baqueta entre bastidores y observando atenta a su madre actuar en el escenario. La fotografía fue tomada en 1963 por Lawrence Schiller en el Hotel Riviera de Las Vegas, durante una de las actuaciones de la actriz. Schiller contó a la prensa que la pequeña Fisher era "inseparable de su madre […] A cada lugar que iba su madre, ella iba detrás". También saca a la luz más detalles acerca de la imágen, como que antes de que se tomara ella estaba colocada de pie tras las cortinas, pero que no veía bien el escenario y alguien decidió traerle la banqueta para que se sentara y estuviera más cómoda. "Recuerdo que ella permaneció sentada durante toda la representación. […] Estaba fascinada por su madre", afirma Schiller.
Reynolds comenzó a actuar en el Hotel Riviera en 1968, más de una década después de Cantando bajo la lluvia (1952). Dedicó diez años de su vida a este trabajo en Las Vegas, compaginando su carrera profesional con la crianza de sus hijos. Sus protagonistas ya no están, e incluso el Hotel Riviera cerró sus puertas en mayo de 2015, pero su legado y las películas que dejaron atrás siguen presentes.