En 20 años cambian muchas cosas. Como nos recuerda T2: Trainspotting, ya no es "Elige la vida", es "Elige Facebook, Twitter, Instagram". Y este es solo uno de los ejemplos de la transformación que han sufrido las vidas de Renton, Spud, Sick Boy y Begbie. El grupo de amigos que conocimos en 1996 regresan a los cines españoles este viernes 24 de febrero y pudimos hablar con los actores que les interpretan durante la promoción de la película en Londres.
"En 20 años ocurren muchas cosas en la vida de un hombre o una mujer. No pasas por todo eso sin llevarte algunas cicatrices contigo. Cada uno de estos chicos carga con muchas cicatrices. Mi personaje, Spud, ha estado luchando durante 20 años, no ha sido un picnic, no ha sido un viaje fácil para él", explica Ewen Bremner, el actor que da vida a Spud y que en esta nueva entrega cobra un protagonismo especial.
Ewan McGregor, por su parte, se sorprende de lo poco que han cambiado las cosas realmente a la hora de volver a ser Renton: "Se siente un poco igual. Intentas encontrar esa persona en ti mismo. [...] Interactuar con todos, hacer las escenas con Jonny como Sick Boy o Spud, se siente sorprendentemente igual". Eso sí, reconoce que estaba muy asustado al principio: "Estaba realmente nervioso por no poder encontrar a Renton, que no se sintiese como antes. Pero tuvimos una buena conversación con Jon, Danny y los actores y todo parecía estar en su sitio".
Robert Carlyle coincide con su compañero: él también tenía mucho miedo de no poder estar a la altura de la primera película: "A todo el mundo le encantó la primera película, gente de todo el mundo [...]. Así que tienes que tener eso en mente cuando vas a trabajar y asegurarte de que estás concentrado. [...] con esta película, más que con nada, estaba muy presente en mi mente que no podía fastidiarla".
Como el resto del reparto, Jonny Lee Miller reconoce que le hacía mucha ilusión volver a ser Sick Boy, a pesar de los nervios. En su caso, no ayuda que el primer día de rodaje tuviese que grabar una escena clave en el filme: "El primer día de rodaje teníamos una gran escena con Bobby. La escena del techo. Una de las grandes escenas juntos de la película y era nuestro primer día, así que daba miedo. Pero, una vez que estábamos metidos en ello, era muy emocionante [...]. Cuando salimos al techo [...] estaba todo rodeado de paparazzis y nos cubrían con paraguas para que no nos vieran".