Netflix continúa apuntando alto tras adquirir los derechos de la nueva película como director de Martin Scorsese, The Irishman. Según informa IndieWire, la conocida plataforma de streaming ha decidido invertir en este ambicioso proyecto, y parece que ha puesto en la mesa la friolera de 105 millones de dólares para poder ofrecérsela en primicia a los más de 93 millones de suscriptores que tiene en la actualidad en medio mundo.
Por el momento, desde Netflix no se ha confirmado la compra de este proyecto con el que Scorsese lleva soñando desde hace varios años. Pero tendrá que darse prisa porque la película que protagonizará Robert De Niro, como recoge Deadline, también interesa a la compañía STX, que ha ofrecido 50 millones de dólares, y otros 40 millones más destinados a tasas e incentivos, para producir este ambicioso largometraje.
En un principio, iba a ser Paramount Pictures -que aún tiene los derechos domésticos valorados en 15 millones de dólares- la productora encargada de financiar The Irishman. Sin embargo, tras la reciente salida de su presidente, Brad Grey -después de 12 años en el cargo, como consecuencia del estrepitoso fracaso en la taquilla mundial de la última de Scorsese, Silencio- el estudio se ve incapaz de hacer frente al elevado presupuesto de este filme.
Un Robert De Niro de 30 años
Esta será la novena vez que De Niro se ponga a las órdenes de Scorsese, desde que lo hiciera por primera vez en Malas calles, en 1973. El actor volverá a meterse en la piel de un mafioso, en este caso en la del conocido Frank Sheeran, más conocido como El irlandés. Steven Zaillian ha escrito el guión de la película basándose en el libro de Charles Brandt 'I Heard You Paint Houses', en el que se narra la intensa vida de Sheeran, haciendo hincapié en la desaparición y muerte del sindicalista estadounidense Jimmy Hoffa, en 1975, de la que se cree que podría haber sido responsable.
Uno de los detalles que se ha revelado de la producción del filme, que se espera llegue a los cines a lo largo de 2019, es que podremos ver a un Robert De Niro de 30 años, en algunos de los flashbacks que se incluirán a lo largo de la historia. Esto será posible gracias al uso de técnicas similares a las empleadas en la película El curioso caso de Benjamin Button.
