Trabajar con bebés en el cine no es algo fácil. Las limitadas condiciones laborales que tienen los niños actores obligan a que muchas productoras recurran a muñecos o, en el caso de la saga Crepúsculo, a imágenes generadas por ordenador.
Todos recordamos el extraño aspecto que tenía la hija de Bella y Edward en las últimas entregas y, ahora, varios años después, el director Bill Condon ha reconocido a The Hollywood Reporter que se equivocaron:
Gracias a Dios, todo lo que aprendí con Crepúsculo ha conseguido que esto sea mucho más fácil. [En Crepúsculo había] un bebé CGI medio humano, medio vampiro. Fue un desastre. Nunca logramos que funcionase y, ahora, creo que no debería haber ocurrido
Como informa CinemaBlend, los vampiros del universo de Crepúsculo son descritos como personas excepcionalmente bellas, por eso decidieron recurrir al CGI para hacer que Renesmee pareciese aún más hermosa. Lo que consiguieron fue un ser nada creíble que seguiremos recordando durante años por su chocante apariencia física.
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