Como ya hemos adelantado en la introducción, La Bella y la Bestia se ambienta en una época hostil en Francia. A mediados del siglo XVIII -época en la que se basa la historia- la Revolución Francesa aún no había comenzado pero ya se notaría el ambiente general que motivaría la situación. Los campesinos estaban empobrecidos por la subida de precios y tenían que pagar 'impuestos' muy altos al clero y los nobles. No era un sitio feliz en absoluto.
A veces la magia del famoso estudio esconde una realidad muy hostil o algunos fallos de época.