Álex de la Iglesia es uno de los pocos cineastas españoles que puede presumir de hacer cine con un toque muy personal al mismo tiempo que cuenta con el cariño del público. El cineasta ya ha estrenado su nueva película, El Bar, y hemos tenido el placer de recibirle en el plató de SensaCine.
Caídas por el hueco del ascensor, autolesiones con sosa cáustica, pintura metálica por todo el cuerpo... No hay nada a lo que se nieguen los actores de las películas de Álex de la Iglesia, ¿cuál es su secreto?: "El tema es no hablar de ello. Tú no hablas de ello. En el guion pone unas cosas y entonces llega el día: 'A ver, te tiras al suelo desnuda y llena de barro, ¿lo hacemos?'. O ni siquiera se comenta. Llego y está ya vestida, bueno, ya está desnuda y con el barro y tal. [...] Es como en la vida real, no hablas de las cosas que realmente te preocupan".
Tal y como ha apuntado el usuario de SensaCine Juan José Santana Hernández, El Bar recuerda mucho al cortometraje que le lanzó a la fama, Mirindas Asesinas, y ha aprovechado la pregunta para hacer un pequeño repaso a los cambios que ha sufrido profesionalmente durante todo este tiempo: "Lo que hacía cuando tenía 18 años era tener un absoluto desprecio por las consecuencias de lo que estaba rodando y eso se nota a la hora de hacer cine. Después ya te empiezas a enterar, digamos que te empiezan a educar. Bueno, ya os podéis imaginar que la cantidad de collejas que te llueven es importante. Esto no es que te coloque en tu sitio, sino que tú mismo te vas convirtiendo en un perro apaleado".
A pesar de todo, reconoce que no ha perdido la ilusión por hacer cine y que, por muchas críticas que haya escuchado, sus gustos no han cambiado: "Sigues siendo el mismo y tienes las mismas intenciones. Mirindas está constuida con la misma ilusión y la misma energía que El bar, pero en El Bar sabes la que te va a llover. En ese sentido aprendes a esquivar. [...] El imaginario y las cosas que te apetece hacer suelen ser las mismas y además sigues teniendo la sensación de que es tu primera película, sin duda".
Con una carrera consolidada en el mundo del cine, quizás ha llegado la hora de que vuelva a probar suerte en la pequeña pantalla -ya hizo sus pinitos con Plutón B.R.B. Nero-. No es por falta de ganas. Álex de la Iglesia se define como un amante de las series y declara que tiene varias ideas en desarrollo: "Tengo varios proyectos de series de televisión que me está costando Dios y ayuda levantar, como todo lo que hacemos siempre. Con el cine pasa lo mismo. Estamos trabajando en tres o cuatro proyectos y mientras bailamos con nuestro tutú alrededor de las personas que pueden financiar los proyectos nos van diciendo que no y vamos pasando alegremente como los hipopótamos de Fantasía de un proyecto a otro. La cosa es que no se te note el dolor máximo cuando te dicen que no".
Si quieres escuchar lo difícil y caótico que fue rodar la escena final de Balada triste de trompeta o la dura verdad que ha descubierto sobre los derechos de autor en la música en su empeño por incluir un tema de Duke Ellington en El Bar, ¡dale al play!