El 2015 se estrenó la última película de Daniel Craig como James Bond hasta la fecha, Spectre. En aquel momento, Sony se encargó de la distribución en los mercados nacionales e internacionales, tal y como llevaba haciendo desde hacía 10 años con Casino Royale. Pero el acuerdo para distribuir las películas expiró ese 2015 sin que Metro-Goldwyn-Mayer y Eon Productions -responsables de la saga- llegasen a un nuevo acuerdo con Sony.
Este viernes, tal y como publica The New York Times, cinco estudios están pujando por hacerse con esos derechos que les permitirían recaudar mucho dinero, en concreto, por las cuatro películas que Sony distribuyó se embolsó más de 3.500 millones de dólares. Por el momento, las distribuidoras están exponiendo sus casos para poder llevarse el preciado "botín".
Pese al secretismo imperante en estos encuentros, los responsables de Sony, con Kazuo Hirai a la cabeza, permanecieron una hora hablando sobre su proyecto enfatizando en su amplio conocimiento de la saga y sus numerosas ideas para expandirla. Junto a ellos, Warner Bros. Universal Pictures, 20th Century Fox y Annapurna están pujando por presentar el proyecto más ambicioso y rentable, a la par que interesante para unos espectadores tensos por conocer el nombre del próximo protagonista. Eso sí, el contrato es solo por una película, Bond 25, dado que se desconoce el futuro de la saga más allá.
No está claro si Daniel Craig regresará en el rol del agente 007, pero las últimas informaciones apuntan a que esta sería una posibilidad debido a un agujero en su contrato, pero queda por saber si el actor quiere mantenerse o prefiere pasar el testigo. Cabe señalar que en estas convesaciones no se ha tratado el tema del casting dado que los productores esperan volver a contar con el británico, aunque sea solo por una película más.
¿Quién ganará la puja?