Este jueves tienes una cita con los piratas más peligrosos y divertidos de los siete mares, Piratas del Caribe: La venganza de Salazar. Esta nueva historia dirigida por Joachim Rønning y Espen Sandberg sigue las nuevas aventuras del capitán Jack Sparrow y su enfrentamiento con el temible capitán Salazar, pero no estarán solos y es que dos nuevos jóvenes se suman a la saga: Brenton Thwaites y Kaya Scodelario.
Disney nos ha invitado a un evento sin parangón en Disneyland París en el que hemos podido conocer a Thwaites y saber quién se esconde detrás del rol de Henry Turner. Un joven australiano que lleva poco tiempo viviendo en Los Ángeles, la fama y las constantes reuniones en la ciudad le obligaron a trasladarse para empezar una carrera cinematográfica que de momento está siendo muy exitosa, una en la que intenta seguir los pasos de otros compatriotas como McGregor o el propio Rush.
Cuando la primera película se estrenó eras muy joven, ¿qué implica para ti formar parte de una saga tan famosa como esta?
Significaba que ya conocía este mundo, ya sabía todo sobre ellas y las había estudiado. He crecido con las películas, con la emoción y la aventura de interpretar e imitar a estos personajes en el colegio. Coger un palo y jugar con mis amigos imaginando que éramos piratas como los de la película... Cuando me llegó la oportunidad para hacer la audición esta trajo muchos recuerdos de cuando era pequeño, fue muy divertido.
¿Recibiste algún consejo de Orlando Bloom, tu padre en la película?
No, pero él me explicó cómo fue rodar las primeras tres películas. Yo estaba todo el rato preguntándole cosas sobre ellas, desde cómo fue rodar junto a Keith Richards a otras cosas muy locas, pero no paraba de pedirle que me contase más y más. Creo que al final estaba cansado de mí. Pero tan solo quería saber cómo fueron las primeras entregas porque son con las que crecí, y él fue muy dulce en todo explicándome lo distinto que fueron esos rodajes a este. Por ejemplo, ellos rodaban principalmente en las localizaciones y este ha sido en un estudio. Además de que viajaron a distintos lugares como Hawai, Puerto Rico o el Caribe.
Rodasteis en Australia, tu hogar...
Sí, rodamos prácticamente todo en Australia, estaba en casa. Literalmente estaba en casa lo que es genial porque tuvimos muchísimos extras australianos. Había mucha gente trabajando en el set a la que ya conocía del colegio y de la Escuela de Arte Dramático, y otra a la que había visto en la televisión.
¿Cómo ha sido rodar junto a Orlando como tu padre cuando la diferencia de edad no es tan amplia entre ambos?
La cinta comienza con mi personaje con nueve años en su encuentro con Will, en ese momento se ve el paso del tiempo en la piel del personaje de Orlando por lo que la relación entre ambos es muy creíble en la línea temporal, tiene sentido. Además, uno de los saltos temporales más importantes ocurre en ese momento cuando avanzamos diez años, ya que es entonces cuando Willi tendrá otra oportunidad de ir a tierra por un breve espacio de tiempo. Ese salto temporal muestra a mi personaje luchando por las mismas cosas de adulto que de niño, como si él solo tuviera un objetivo en la vida, tanto con 9 años como con 19. Su lucha es para salvar a su padre y liberarle, por lo que nunca sentimos como si yo fuera muy joven o muy mayor.
El personaje de Kaya Scodelario también es nuevo...
Sí, ella está en la mayoría de mis escenas. Ambos teníamos arcos argumentales muy buenos que no empezaban demasiado bien y con ideas y objetivos completamente distintos, pero a medida que la película se desarrolla nos dimos cuenta que ambos luchamos por lo mismo: encontrar a nuestros padres para conectar con nosotros mismos.
¿Cuáles son tus influencias cinematográficas, musicales y literarias?
Me encanta ver películas en las que puedes ver la transformación de los personajes. Películas como esta en la que ves a Johnny como Jack Sparrow, como alguien completamente distinto a él y a sus anteriores personajes. Me encanta. También me gusta ver a Javier Bardem, es uno de mis actores favoritos. He visto películas como Jamón, jamón o No es país para viejos,... él siempre crea personajes fuertes e interesantes. Es algo que también ves en Daniel Dae Lewis, Geoffrey Rush, Jeff Bridges o Ewan McGregor, actores fantásticos que le dan al personaje fuerza al tiempo que mantienen su vulnerabilidad en la superficia, de forma que la percibimos pero encaja con el papel.
En términos musicales, los músicos que más me inspiran son los que hacen blues, porque considero que cantan con sus corazones, que cuentan historias a través de la música. Me gustan más los sentimientos que me provocan este tipo de canciones que los aspectos técnicos de las propias canciones. Eso sí, me encanta AC/DC también, ellos sí que consiguen hacerme sentir. En cuanto a literatura, mi autor favorito es Tim Winton que ha escrito muchos libros, uno de mis favoritos es Cloudstreet.
¿Recuerdas el momento en que viste la primera película de la saga, Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra?
No recuerdo cuándo vi la película, pero sí lo que sentí cuando vi el tráiler. En ese adelanto Geoffrey Rush aparece detrás de las escaleras diciendo: '¿Crees en los fantasmas, Ms. Turner? Porque estás en uno'. En ese momento la empuja hacia fuera y bajo la luz de la luna se descubre que todos los tripulantes todos se convierten en esqueletos. Esta era de las primeras películas en las que veía esa tecnología y me impresionó muchísimo la forma en la que hicieron esos esqueletos. Ahora miramos esas películas y parece que la tecnología con CGI es de los años 20, pero en aquel momento era un hito.
¿Cómo ha sido rodar con grandes personalidad como Depp, Bardem o Sir Paul McCartney?
El momento que más me impactaba era cuando estábamos todos en un mismo barco, es de mis partes favoritas del rodaje. Cuando todos los piratas, los monstruos españoles, Javier, Geoffrey,... momentos en los que miraba a mi alrededor y alucinaba al ver que había tantos actores buenos juntos en un espacio tan pequeño.
¿Has firmado por más películas de Piratas del Caribe?
No lo sé porque no pienso tan lejos, sinceramente espero que sí porque me encantaría hacer otra.