Ya era hora. Tras nueve días viendo películas sin descanso, por fin, hemos visto la gran obra maestra de este septuagésimo Festival de Cannes. Y no ha sido fácil. Este año la Sección Oficial ha sido un páramo de hierbas secas y matojos en descomposición cuyo visionado ha ido medrando (aún más) la salud mental de los cronistas desplazados al que se presupone como el mejor festival de cine del mundo. Menos mal que los hermanos Bennie y Josh Safdie, a quienes descubrimos en la Quincena de Realizadores en el año 2009 con la magnífica Go Get Some Rosemary, han venido a sacarnos del estupor -casi del entumecimiento- en el que nos hallábamos con Good Time, una película que es un auténtico misil cinematográfico, un 'thriller' dramático que evoca a los mejores del género: Martin Scorsese, Michael Mann, Johnnie To, Nicolas Winding Refn… sin parecerse tampoco demasiado a ninguno de ellos -casi diría que Good Time está más cerca de Fritz Lang. Good Time es una película 100% de los Safdie, la obra que los va a dar a conocer de una vez por todas y, al mismo tiempo, los va a consagrar como uno de los tándems más creativos y efervescentes del cine americano contemporáneo.
Good Time cuenta la pesadilla vivida a lo largo de una noche por Connie Nikas (Robert Pattinson), buscando desesperadamente dinero para sacar a su hermano, un joven deficiente mental -al que da vida el co-director Bennie Safdie-, de la cárcel, donde ha ido a parar tras un robo frustrado obra de ambos. El pulso dramático de la cinta es pues, el amor fraternal, mientras que el motor narrativo, es un suspense anfetamínico, con el protagonista tomando todas las malas decisiones que se pueden tomar en tan poco tiempo y viéndose atrapado cada vez más en una tela de araña tan asfixiante como opresiva. Pero si llevamos un Festival donde el sufrimiento extremo es la causa común de muchos de los títulos mostrados, en Good Time no hay nada de eso. Como en los mejores 'noirs' de Sidney Lumet, la acción imparable va siempre sostenida por una mirada comprensiva, nada cruel, sobre su sufrido protagonista principal. La película de los Safdie es absolutamente imprevisible y, aún mejor, está cargada de un humor cáustico, siempre ligado a los alucinantes giros argumentales de una historia que nunca sabes por dónde va girar en la siguiente esquina. Y en medio de todo ello, el verdadero epicentro de la película, es un Robert Pattinson inconmensurable. Al nivel de Al Pacino en Pánico en Needle Park (1971) o de Gene Hackman en La conversación (1974). Presente en el 99% de los planos del filme, Pattinson carga sobre sus hombros toda la acción de la película, tan certero en los momentos de alta tensión -robos, huidas frenéticas, peleas a puñetazos salvajes- como en los estrictamente dramáticos -delicadísimas secuencias junto a su hermano en la ficción. Todo ello coronado con una banda sonora tremenda obra de Oneohtrix Point Never, que tanto recuerda a los Tangerine Dream de los años 70 como a los Chromatics de Drive (2011). Vamos, que Good Time nos ha dejado en estado 'shock'. Con esto ya deberíamos cerrar e irnos a casa, que no tengo mucha más fe en los directores que nos quedan a competición: François Ozon, Fatih Akin, Roman Polanski y Lynne Ramsay.
Dediquemos un párrafo al cine ruso visto en Cannes. Ya hablamos de la cruel e innecesaria Loveless de Andrey Zvyagintsev, así que nos quedaban dos títulos por ver: A Gentle Creature de Sergei Loznitsa y Closeness de Kantemir Balagov. Loznitsa, mal. Muy decepcionante. Su película, que sobre el papel prometía bastante, es un inacabable tour kafkiano de una mujer tratando de saber qué ha sido de su marido, desaparecido en la cárcel donde cumplía condena. Volviéndose cada vez más surreal a medida que avanza el metraje -si arranca como El proceso (1962) de Orson Welles, acaba como el Satiricón (1969) de Federico Fellini-, la película acaba convirtiéndose en algo inaguantable. La que sí gustó y mucho fue la ópera prima de Balagov, un retrato de mujer joven realmente brutal, que debe enfrentarse a todo tipo de presiones para salvaguardar su integridad. Closeness está llena de hallazgos en su puesta en escena, es dura y eficaz al retratar el racismo, la intolerancia e incluso la barbarie -hay escenas 'snuff' reales donde se muestra a chechenos torturando y asesinando. Con Western, lo mejor de Un Certain Regard. Arriba puedes ver el tráiler de Good Time.
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Día 1: Llega el gran cine americano con 'Wonderstruck' de Todd Haynes
Día 2: Netflix, pese a los 'haters', impone su ley con la fabulosa 'Okja' de Bong Joon-ho
Día 3: Violaciones, jeringuillas y kickboxing llenan de sangre 'Prayer For Dawn'
Día 4: Desembarco de estrellas americanas: Adam Sandler, Jeremy Renner, Elisabeth Olsen y… ¡Clint Eastwood!
Día 5: Con 'Happy End', Michael Haneke no convence ni a los 'hanekianos'
Día 6: Vida y (próxima) muerte de un cronista en el Festival
Día 7: Las 'riot grrrls' de Sofia Coppola resucitan el Festival en 'La seducción'