Recientemente el tabloide británico The Sun, ha publicado un artículo explicando que durante el rodaje de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar contaron un mono capuchino para ciertas escenas, pero este se puso malo en el set de rodaje vomitando repetidamente. Todo apunta a que el animal sufrió con el viaje de Estados Unidos a Australia ya que son muy sensibles a esos cambios.
Ahora, tal y como informa The Hollywood Reporter, PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) ha pedido públicamente al productor Jerry Bruckheimer y a los estudios Walt Disney que cesen en el uso de animales en los rodajes, en su lugar estos pueden ser sustituidos por efectos digitales.
Los informes que hablan de monos vomitando de forma incontrolada y mordiendo a maquilladores hablan por sí mismo. PETA pide a los productores que se unan a la nueva generación y den vida a estos animales por ordenador, parando así de forzar salvajemente a los animales a que actúen
Además, esta organización tiene claro que el encargado de proveer a los animales para el rodaje, Joe Suffredini de Avian Entertainment, habría incumplido el Animal Wefare Act, ya que aseguran que el Departamento de Agricultura estadounidense le habría citado varias veces por la suciedad y las malas instalaciones en las que mantiene a los animales, falla al proporcionales un ambiente adecuado acompañado de los cuidados de un veterinario.