El Universo Cinematográfico de Marvel introdujo en 2014 una serie de nuevos personajes que, a día de hoy, siguen triunfando en la taquilla mundial. Las aventuras de Star-Lord (Chris Pratt), Gamora (Zoe Saldana) y Rockett (Bradley Cooper), entre otros, han recaudado un total de 773 millones de dólares alrededor del mundo mediante su presentación en Guardianes de la Galaxia y más de 834 millones con su segunda entrega. A pesar de su tremendo éxito, James Gunn ha confesado que estuvo a punto de no llevar a cabo las películas porque le parecía una pésima idea.
Tanto los espectadores como los directores del UCM tienen la oportunidad de conocer a los personajes de la Casa de las ideas de dos maneras: a través de los cómics o de las adaptaciones que llegan a la gran pantalla. En el caso de Gunn, el cineasta americano escuchó hablar por primera vez de los Guardianes en una reunión con Marvel Studios. Pero ese encuentro no hizo que sintiera una especial atracción por la historia, pues pensó que era como meter a uno de los Looney Tunes en medio de un grupo de superhéroes.
Sé, por mí mismo, que cuando escuché hablar de los Guardianes de la Galaxia era algo que francamente no me pareció una buena idea. Pensé que era un mapache parlante, con una serie de extraños personajes, pensé que era demasiado extraño. Creo que me sonó, la primera vez que lo escuché, como si Bugs Bunny se pusiera en medio de los Vengadores. Y no pensaba que fuese algo que pudiese funcionar
El responsable de la primera y segunda entrega de esta saga ha explicado esta anécdota durante uno de los paneles del evento E3, recogido por CB. En su encuentro con los fans, Gunn ha continuado explicando que, después de la reunión, llegó a su coche y comenzó a pensar en cómo podría desarrollar a cada uno de los personajes y cómo les podría dar forma: "Me tomé un momento para pensar: '¿Si hubiese un mapache que habla cómo sería? ¿Qué aspecto podría tener?'". Finalmente, aceptó seguir adelanto con una franquicia que está desarrollando su potencial tercera entrega.