Cuando el surfista Álvaro Vizcaíno se precipitó por un acantilado de Fuerteventura, comprendió que su vida pendía de un hilo. Con la cadera rota y agotado, tuvo que mantenerse a flote durante 48 horas, intentando sobrevivir en plena mar… Esta historia real es el punto de partida de Solo, la nueva película de Hugo Stuven (Anomalous), que está protagonizada por Alain Hernández (Mar de plástico) y Aura Garrido (El Ministerio del Tiempo). En estos momentos se encuentra en pleno rodaje en la isla canaria y en Sensacine hemos podido hablar con Stuven para que nos cuente más sobre el proyecto.
Solo está basada en hechos reales. Según tengo entendido, te interesaba hablar de la soledad a través de este relato de supervivencia. ¿Qué es lo que más te atrajo de la historia para llevarla a la pantalla?
Esta historia yo la había escuchado cuando estaba trabajando en varios proyectos y, la verdad, es que en ese momento tenía otras cosas en la cabeza. Pero, varios años después, la volví a escuchar y me interesó sobre todo la forma en la que Álvaro Vizcaíno la cuenta. Entonces pensé: "aquí hay una historia". Lo que más me atrajo no es tanto el suceso en sí como el personaje, más allá de la acción que pueda tener la película, es más bien el cómo él vivió aquello y las reflexiones que tuvo en aquel momento de soledad.
Dado que Álvaro Vizcaíno, el verdadero superviviente, es conocido tuyo, ¿qué te ha enseñado escuchar su experiencia de primera mano?
La verdad es que, cuando escuchas algo así, siempre piensas en lo que habrías hecho tú y casi todos decimos lo mismo, porque Álvaro estaba bien preparado físicamente y también tenía fortaleza mental, pero yo no hubiese durado nada. Aunque luego el cuerpo en esas situaciones de estado límite te ayuda y emplea un mecanismo para defenderse, para sobrevivir. Su historia a mí me enseñó… no te voy a decir que a valorar ciertas cosas, porque no es una experiencia que haya vivido yo. Aunque también es cierto que el rodaje está yendo de maravilla, pero está siendo toda una aventura… Y, la verdad, tampoco queríamos hacer una película que le enseñara nada a nadie. No es educativa, yo quería contar su vivencia, nada más.
Se trata de una historia con pocos personajes, ¿qué complicaciones os ha presentado este factor al co-guionista Santiago Lallana y a ti a la hora de escribir el guion?
Nos enfrentamos a un reto, aunque también es cierto que Álvaro no es el único personaje. Santiago Lallana, con quien he colaborado últimamente, y yo contamos lo sucedido desde el día anterior al accidente, conocemos a sus amigos, el romance que mantiene con el personaje de Aura, cómo vive, su manera de ser… pero no quiero desvelar mucho, porque la verdad es que me da pánico, pues hay cosas que es mejor no saber para poder disfrutarlas.
El rodaje se ha realizado en Fuerteventura e imagino que ha sido un trabajo exigente, ya que grabar en el mar y reflejando un periodo de 48h ha debido de ser todo un reto, ¿cómo te has enfrentado a él? ¿Has disfrutado rodando en ubicaciones reales de tanta belleza?
Ha sido una maravilla, he pasado de rodar mi primera película mayoritariamente en el interior de una comisaría a grabar en exteriores… para mí eso es increíble. Son lugares preciosos y aquí tenemos todo lo que necesitamos, el agua, mucho viento… Aunque hay sitios peligrosos y complicadísimos para acceder, así que tenemos que ir con cuidado. Por suerte contamos con un gran equipo. Juntos hemos estado en acantilados reales, buscando el punto exacto en el que tuvo el accidente. Y también están colaborando los amigos reales de Álvaro, sus rescatadores… eso le da un punto curioso y divertido. Por supuesto, el propio Álvaro se está pasando por aquí también.
La cinta también incluirá algunos elementos oníricos, asociados a las visiones que padeció Álvaro Vizcaíno, ¿cómo habéis recreado esas escenas?
No puedo desvelar mucho de eso, pero hay escenas relacionadas con el romance del personaje de Aura, veremos la belleza de las dunas… Él llega a una situación tan límite, con la cadera rota y en medio del mar, sediento, que incluso empieza a hablarse en tercera persona. Pero las palabras “visiones” u “elementos oníricos” … me gustaría no hablar de ellas, por mantener la sorpresa.
Para preparar su papel, Alain Hernández se trasladó a Fuerteventura tres semanas antes de comenzar a rodar para aprender surf, submarinismo y escalada. ¿Para grabar algunas de estas secuencias, tú también has tenido que entrenar?
Me habría encantado prepararme mucho más. Yo he estado ocupado con la producción, por lo que, aunque estuviese dos meses antes allí, no he podido entrenar casi nada. Especialmente porque hemos accedido a lugares complicados, nos hemos metido en el agua… y eso requiere esfuerzo. Por ejemplo, hemos rodado recientemente una escena en el arrecife, que estaba lleno de algas que se enredaban en Alain, y seguramente la gente cuando lo vea piense que es posproducción, porque está rodado a dos aguas, pero es todo real. Es más, hemos intentado usar pocos efectos especiales y que la mayor parte sean escenarios naturales.
Por su parte, tanto Aura Garrido como otros miembros del equipo han publicado en sus redes sociales imágenes y comentarios en los que mostraban su entusiasmo por el rodaje de Solo, ¿cómo ha sido trabajar junto a ellos?
Es un equipo mixto, con gente de Canarias, y hemos sentido mucha confianza. Es un gran equipo, desde producción, efectos especiales, fotografía… La verdad es que es increíble, hemos tenido que trabajar duro, hacer montañismo y llegar a lugares poco accesibles. Una aventura. Pero ha sido una buena experiencia y ha habido mucha camaradería.
Dado que también eres escritor y has publicado dos novelas, ¿has pensado adaptar la historia de Solo a un libro, como ya hicieras con Anómalo? ¿O tienes algún otro proyecto futuro?
Álvaro Vizcaíno es quién está escribiendo una novela. Yo quería contar su historia, pero una cosa es la vida real y otra la película, que solo está basada en los hechos reales, porque luego tiene gran parte de ficción. Pero es él quien tiene mucho que contar, en un libro puede extenderse y explicar cómo lo vivió, expresar su punto de vista. No es como en Anómalo, que había un elemento de intriga que quería explorar más y por eso me decidí a escribir el libro y a seguir desarrollándolo luego en la serie basada en la película en la que estoy trabajando ahora.
