6. La Sirenita (John Musker, Ron Clements, 1989)
Gracias al tan famoso como siniestro cuento de Hans Christian Andersen -y a una considerable rebaja de sus aspectos más truculentos-, Disney dio inicio a una edad de oro que se extendería a toda la década de los noventa, cuando sus producciones eran cada vez más ambiciosas y contaban con el favor de la crítica. La Sirenita aglutinó lo mejor de esta época, siendo un festín para los sentidos.
5. El Libro de la Selva (Wolfgang Reitherman, 1967)
Mucho antes, a finales de los 60, Walt Disney fallecía y la empresa debía apañárselas para mantener su reinado. Esta adaptación de Rudyard Kipling empezó a tomar forma con el fundador aún vivo, y una vez terminada el público se maravilló ante una historia tan sencilla como poderosa, que tarde o temprano debía dar pie a algún tipo de 'remake'. Tal como ocurrió.
4. La Bella y la Bestia (Gary Trousdale, Kirk Wise, 1991)
Siguiendo con la estela de éxito de La Sirenita, Disney arrasó a principios de los noventa con esta adaptación del relato de Leprince, llegando a ser nominada a Mejor Película en los Oscar de ese año -en esa época aún no existía la categoría de Mejor Película de Animación. Convirtiéndose rápidamente en uno de los clásicos más icónicos salidos de la Casa del Ratón, mucho tiempo después, este mismo año, tendría su correspondiente 'remake'.
3. Hércules (John Musker, Ron Clements, 1997)
Todo apuntaba a que el mito de Hércules no daba para una película demasiado Disney, pero el estudio sorprendió a propios y extraños con su versión animada: una de espectacular factura y muchísima acción, pero que si por algo destacaba era por ser una comedia absolutamente descacharrante. Prueba superada.