¿Por qué implanta Ana sus recuerdos a K?
Durante gran parte de la película, K está convencido de que él es el milagroso hijo de Rachel y K, pues uno de sus recuerdos de infancia implica un caballito de madera con la fecha de nacimiento grabada. Tras encontrar el objeto, sus sospechas parecen confirmarse. Aunque, más adelante, comprenderá que no es cierto, pues el bebé era una niña. Que él posea ese recuerdo se debe a que Ana Stelline (Carla Juri), la persona encargada de crear los falsos recuerdos de los replicantes, es la hija perdida.
Todo indica que ese recuerdo concreto lo ha implantado en cada uno de los replicantes, seguramente para despistar y hacer más difícil que ella misma sea localizada, o quizá para darles esperanzas. Por eso Freysa reconoce que todos pensaron que eran el niño. Sin embargo, hay quién está convencido de que Rachel en realidad dio a luz a gemelos (un elemento de despiste que emplean para esconder a Ana en los registros) y que K es el otro hijo, aunque esta teoría parece muy poco probable.