La seducción (Sofia Coppola, 2017)
Los seguidores de esta directora se quedaron bastante sorprendidos una vez se enteraron cuál iba a ser el siguiente paso de su carrera, tras la fría recepción de The Bling Ring. Éste era un 'remake' de El seductor, y costaba imaginarse qué podía hallar interesante en un 'western' vanguardista protagonizado por Clint Eastwood. El resultado: un angustioso drama donde la directora ponía el punto de vista en las mujeres en vez de en el "seductor", dando forma a una película interesantísima y mucho más mesurada que el ejercicio de estilo de Don Siegel.
Millenium. Los hombres que no amaban a las mujeres (David Fincher, 2011)
Las novelas de Stieg Larsson ya habían sido adaptadas al cine en Europa a manos de Niels Arden Oplev y Daniel Alfredson con, en general, un resultado bastante correcto, por eso no fue muy bien recibida la noticia de que David Fincher, ya entonces uno de los mejores directores de la actualidad, se había interesado por el proyecto. La película, sin embargo, acabó siendo un estupendo 'thriller' de grandes interpretaciones -estaba difícil, pero Rooney Mara consiguió superar a Noomi Rapace como Lisbeth Salander- y momentos, como los créditos al ritmo de la hoy tan solicitada Inmigrant Song de Led Zeppelin.
El cabo del miedo (Martin Scorsese, 1991)
La película de los sesenta ya daba bastante miedo de por sí, pero cuando Scorsese se llevó la historia a su terreno era inevitable que nos quedara un film de terror psicológico de impecable factura y endiabladamente entretenido. Tanto Gregory Peck como Robert Mitchum, protagonistas del film original, participaron en este exitoso 'remake', pero cualquier interpretación hubo de verse eclipsada por el titánico Robert De Niro y su monólogo sobre Dios.