La pasada semana el productor Harvey Weinstein se situó en el centro de la polémica tras la publicación de un artículo en el periódico New York Times en el que salían a la luz todas las denuncias por abuso sexual que ha recibido Weinstein a lo largo de su vida. Varias mujeres como las actrices Ashley Judd y Rose McGowan han hablado sobre diversas actitudes de Weinstein a lo largo de los años, momentos en los que se presentaba desnudo y les pedía que le dieran un masaje o que le mirasen mientras se duchaba. Las supuestas constantes insinuaciones de Weinstein a sus compañeras de trabajo no eran un secreto para gran parte de Hollywood, pero ahora todo el mundo se ha enterado.
A raíz de la publicación del artículo en New York Times la compañía para la que Weinstein trabajaba, y que llevaba su nombre, le ha despedido. Además muchos miembros de la industria como Meryl Streep, Julianne Moore, Emmy Rossum, Mark Ruffalo o James Gunn han manifestado su repulsa ante estas actuaciones que han transcurrido durante muchos años sin que nadie se molestase en frenarlas.
Además, tal y como publican medios como Vulture, una periodista habría escrito un artículo similar a este último en 2004, pero en aquel momento el Times habría optado por no publicarlo. Según la autora, Sharon Waxman, durante una investigación al jefe de Miramax en Italia, Fabrizio Lombardo, habría descubierto su conexión con Weinstein, y es que este era el encargado de "cuidar de las necesidades de las mujeres de Weinstein". Ante este descubrimiento, Waxman supuestamente habría recibido la llamada de los actores Matt Damon y Russell Crowe para editar el artículo protegiendo así a Weinstein.
El Times habría accedido a publicar esta información si Waxman realizaba cambios en su artículo eliminando las referencias a Weinstein, quién en esos años tenía una gran influencia en los medios siendo un importante anunciante. Es decir, Waxman afirma que en ese momento el New York Times habría silenciado la historia por motivos económicos, pero el editor Dean Baquet ha explicado que su rechazo estaba motivado a la falta de sostenibilidad de la historia, dado que todos los argumentos procedían de una única fuente.